Como en todos los géneros musicales, hay temas que mediaticamente se han repetido hasta la saciedad, y se han quemado y requemado tanto que para cualquier amante del género en cuestión, solo cabe el rechazo. Es lo que pasó en su momento con el Hey pijo de Mc Randy (aunque esa moda caducó pronto), o a larga distancia, lo que pasó con el Jump Around de House of Pain. ¿Quién no ha escuchado alguna vez el saxofón de Junior Walker loopeado compás tras compás en programas de televisión, radio, bodas, fiestas populares, o lugares casposos donde se precie?.
Pero llegó Pete Rock y nos enseñó a muchos renacuajos lo que era un remix, dándole la vuelta a la tortilla completamente con el groove que le caracteriza, los sampleos de Jeanne & The Darlings y la línea de bajo de The Harvey Averne Dozen (misma línea que samplearía Mark Ronson para publicar en 2007 el You know i’m not good de Amy Winehouse), a parte de las ocho barras (que no se encontraban en todas las versiones del rmx) marca de la casa.
En mi caso, y supongo que en la mayoría, y con todos mis respetos a Dj Muggs, no hay color en cuanto a la versión original de los blancatas, y el groove del remix de Pete Rock. Veinte años después de la creación de este «anthem» pulso el play, y sigo sin dudarlo. ¿Og o rmx?
Crypta Mag una idea para un próximo articulo podría ser una reseña del único disco que publicaron Punto Final, hablo de «Una selva de ambiente stereo» para mi uno de los mejores discos de rap publicado en este país. Sin mencionar el maxi que publicaron, «A la sombra del bloque» que contiene la grandísima Vancouver en colaboración con el infravalorado Bano, que se marca un parrafo para mi impresionante.
RMX
Pues yo voy a llevar la contraria, y voy a decir que me gusta más el original. A PESAR de ser un jit que nos han puesto en mil mixtapes, bodas, películas, garitos de toda clase, radios, recopilatorios… Las razones que me llevan a esto son relativamente subjetivas. Así que voy a intentar razonarlo.
Para empezar la calidad y variedad de la mezcla de samples. El growl de saxofón es jodidamente legendario, a la altura de la trompeta de los JBs en Rebel without a pause; y es lo primero que te llama la atención. Ambos son de esos sonidos enfermos que se te graban en la cabeza y te vuelven loco, y te incitan a romper cosas. Como el minisample de la puerta del bus de los Simpson que meten Ed Rush, Optical y Fierce en Alien Girl justo antes de que entre el bajo… por poner otro ejemplo.
El resto de muestras pegan genial. La intro, que le da pomposidad y carácter. El loop vacilón de piano, los stabs cortitos y repetitivos de guitarra, los nada sutiles slides de guitarra y la intro. Todo armoniza bien y le da al beat un cierto toque circense y payasero que suaviza lo enfermo de la muestra de saxo, que podía haber llevado a hacer una instrumental con un tono muy distinto.
No voy a decir que el rmx de Pedro Roca no mola. Las baterías, como siempre es su caso, son una delicia. Hace el tema suyo y lo deja redondo. Sus barras le aportan algo extra al conjunto. Pero no me convence cómo metió horns en el estribillo, no me acaban de pegar.
La hemos oído hasta la saciedad, pero cuando la vuelvo a oír me sigue gustando. Y eso no suele ocurrir en canciones que he oído millones de veces sin ser mi voluntad, a no ser que tengan «algo». Quizás lo que menos me tire sean los rapeos, que cansan (champ! champ! champ!…) a mi gusto más que la instrumental.
Creo que es la primera vez que escribo por aquí, pero se os lee. Un saludo Cryptonitos y a seguir haciéndolo tan bien.