La manipulación llevada a cabo por la extrema derecha y la desinformación a la que nos acostumbran los medios de comunicación, consiguieron en los años ochenta y noventa demonizar por completo el skinhead a ojos de la sociedad. Sin investigar más allá de su indumentaria y su pobre programa político, los “cabezas rapadas” que copaban los telediarios se reducían a una panda de descerebrados racistas que daban palizas –en ocasiones, mortales- a inmigrantes. En realidad el skinhead original no puede distar más de esa imagen xenófoba.
A finales de los años sesenta, desligándose del burguesismo mod nacen los primeros skinheads en el Reino Unido. Comparten con los mods el gusto por la música negra y el buen vestir. En un primer momento son calificados como hard mods por su afición a las peleas y su estética más agresiva, que no respondía más que a su condición de clase obrera: botas para el trabajo, vaqueros ajustados, camisas y tirantes. Lo que les dará el nombre a la hora de citarlos como tribu única e individual será su cabello, verdaderamente corto para la época y que se puede entender como una forma de evitar percances en el trabajo y las peleas, así como una manera radical de desmarcarse de la moda hippie que impera en esos años. También se ha visto como una imitación al corte de pelo de los rude boys jamaicanos por quienes sienten admiración y cuyos bares y discotecas frecuentan puesto que a ambos grupos les une la pasión por ritmos como el ska o el rocksteady. Al margen de la música, desde prácticamente el inicio se comienza a ver a skinheads en las hinchadas de los campos de fútbol, asociándose rápidamente al hooliganismo. No dura mucho esta primera oleada de skinheads que, para 1970, acaba mutando en otras subculturas como los suedeheads, de preferencias musicales parecidas a los skinheads pero con el pelo más largo y una forma de vestir en la onda de la clase media.
Entre skins, frecuentemente se hace referencia con añoranza a esta primera etapa como “el espíritu del 69”.
En los primeros años setenta el skinhead resucita gracias, en parte, a dos fenómenos musicales. Por una parte, el revival ska encabezado por bandas como Bad Manners o Madness del sello inglés 2Tone –que bautizó al estilo musical del mismo nombre- , atrae a una buena parte del movimiento skinhead. Al mismo tiempo el nacimiento del punk en el Reino Unido acoge a otra porción importante de esta segunda ola de skinheads. No llevan cresta ni tachuelas, sino que siguen manteniendo el look de los sesenta. Este acercamiento al punk por parte de un gran número de skins da a su vez como fruto la música Oi!, una reacción al incipiente comercialismo del punk con características musicales similares a éste, temática fundamentalmente proletaria y donde, rascando un poco, se puede apreciar la influencia de esos himnos que se corean en la gradas de los campos de fútbol. Grupos como Sham 69 o Cockney Rejects, de culto en el mundo skin a día de hoy y en activo antes de la aparición de la etiqueta Oi!, congregan en sus conciertos a skinheads y son considerados como antecesores del movimiento. Tienden un puente a grupos de la década de los ochenta con skinheads entre sus filas e inconfundiblemente Oi! como The 4 Skins o The Bussiness. Por fin los chicos blancos de clase obrera tienen una música que no sólo les gusta sino que habla de sus problemas y vivencias, mientras que el reggae se va impregnando de nacionalismo negro y culto a Haile Selassie I.
Entre esa primera hornada de grupos auténticamente Oi!, se encuentra uno cuya trayectoria ejemplifica a la perfección la manipulación a la que se vio sometida la cultura skinhead y la posterior tergiversación en los medios. Hablamos de Skrewdriver. La ultraderecha inglesa, representada en su mayoría por el National Front, vio en esta nueva generación de skinheads un ganado fácilmente manipulable en aquellos días en que el thatcherismo comenzaba lentamente a oprimir a la clase obrera y el número de inmigrantes era muy alto. Empieza a reclutarlos desde principios de la década como base para el partido, apelando a falsos valores patrióticos. Algunos skinheads comulgan con las ideas racistas y sirven de guardia para la causa. Ian Stuart, cantante de Skrewdriver, es uno de ellos. Su banda, de ser un grupo punk en los primeros años del Oi!, sin apenas cambiar el estilo musical, pasa directamente a militar a favor de la ultraderecha racista. Nace así el R.A.C. (Rock Against Comunism) que principalmente se diferencia del Oi! por sus letras racistas y pro-nazis.
El resto es de sobra conocido. A pesar de ser una minoría skinhead la que derivó en el neonazismo, los medios de comunicación, ávidos de noticias que hiciesen temblar a los ciudadanos, encontraron el titular perfecto en las atrocidades que cometía este sector, obviando por completo la historia anterior y presentándolos como una tribu nueva, original y única. De esa forma fueron conocidos y con estas connotaciones se popularizó en los ochenta y noventa la imagen skinhead, dando el salto a la Europa continental.
Por su proximidad con las Islas Británicas, Francia, empezando por su capital, ha absorbido gran parte de música y cultura popular inglesa. El movimiento skinhead no fue menos. Pero el largo historial de tribus urbanas y pandillas de París comienza antes de los ochenta. La ciudad de la luz vive una nueva época de esplendor con la liberación después de la Segunda Guerra Mundial. Los estadounidenses a su paso por Europa dejan algo más que el chicle y el Marlboro. Traen consigo una nueva música que cala a la primera en la juventud: el rock’n’roll. Elvis Presley y figuras de culto como James Dean sirven de modelo para los jóvenes rockers franceses de la década de los cincuenta. Actitud rebelde, pelo engominado y chupa de cuero –en Francia se conoce como “perfecto”, su nombre original- que los bautiza en grupo como blousons noirs [chaquetas negras]. Pronto se forman bandas de blousons noirs con poca organización que aparecen en las portadas de los periódicos por sus peleas en bares y conciertos.
Al mismo tiempo en el Reino Unido, los teddy boys, otra tribu de los cincuenta, abandonan el jazz en favor del rock’n’roll. Su estética es diferente a la de los rockers. Escogen trajes caros y zapatos creepers. Su estilo de vestir sufre un resurgir parecido a la moda skinhead al ser rescatado por la explosión rockabilly de los setenta y exportándose a otros países, como Francia. Ya en los cincuenta los teddy boys están asociados con ataques a la comunidad caribeña de Londres. En los setenta en Francia son sobre todo jóvenes de clase media alta. Algunos continúan con los hábitos racistas de sus modelos ingleses. Una pequeña parte de la escena rocker también contribuye a los ataques a inmigrantes.
El cine es otro de los canales por los que llega la estética rock’n’roll. Películas como The Wild One de Marlon Brando en los cincuenta y especialmente Easy Rider a punto de empezar los setenta, además de la indumentaria y la música, incluyen otro elemento fetiche para las recientes pandillas: las motos. De forma paralela, la fama de los Hell’s Angels de California motiva a antiguos rockers a crear grupos de moteros en París como los Hell’s Angels de République, que sin ser reconocidos oficialmente como capítulo de la banda norteamericana –algo que ansían con los años- adoptan su nombre, estilo de vida y símbolos. Como los miembros del club estadounidense, más por pura provocación que por verdadera ideología, tontean con simbología nazi.
En esta efervescencia de pandillas, cuero, motos, rock y racismo, surge una nueva tribu organizada y abiertamente racista en su totalidad: los rebels. Básicamente son rockers y teddys blancos formados en pandillas que agreden a jóvenes árabes y negros en la calle o durante conciertos de rock’n’roll –una música originalmente negra, paradójicamente-. Como emblema, utilizan la bandera de los Estados Confederados de América, también conocida como Navy Jack, bandera sudista o rebelde. Se trata de un símbolo muy popular en el mundo rockabilly y el rock en general –desde Lynyrd Skynyrd hasta Loquillo– como homenaje a las raíces sureñas de esta música, según dicen. Pero lo cierto es que es una de las imágenes encubiertamente racista más extendida. Aunque existiese antes de la Guerra de Secesión, durante el conflicto los estados sureños reticentes a la abolición del esclavismo la usaron como representación. La segregación racial fue el caballo de batalla de estos estados y su posicionamiento a favor del esclavismo quedó para siempre asociado a la bandera. Los rebels parisinos la usaban con la misma intención racista. Una de las bandas de rebels más importante fue Les Hirondelles de Vincennes [Las Golondrinas de Vincennes, una ciudad del departamento 94 de París].
Como reacción a los grupos rebels en la escena rock’n’roll, nacen a finales de los setenta los Black Panthers de París, una banda formada en su gran mayoría por negros cuyo jefe era Grand Jacques. Toman el nombre del Partido Pantera Negra de Auto-Defensa estadounidense, pero, a diferencia de los moteros de la République, no aspiran a convertirse en un chapter francés de sus homólogos yanquis.
Así como los rebels son un precedente racista de la avalancha neonazi de los ochenta, en los Black Panthers residen las características comunes a la mayoría de grupos que encabezarán la caza de skins. Poseen una organización jerárquica, realizan entrenamiento físico, practican deportes de combate, van más o menos uniformados y, lo más importante, salen a buscar a su enemigo. Asisten en grupo a las veladas que frecuentan los rebels con el fin de recuperar su espacio o patrullan por la ciudad en su busca para ajustar cuentas. Se pasean por el Marché des Puces de Clignancourt [el Mercado de las Pulgas, un mercado parecido al rastro madrileño] identificando los colores de las bandas de rockers. Si encuentran un rebel le obligan a quitarse el parche con la bandera sudista bajo amenaza de paliza. Aunque los Black Panthers veneraban la música de Fats Domino y Chuck Berry, en sus filas se encontraban Destroy Man y Johnny Go, dos pioneros del hip hop francés.
Contemporáneos y a la vez descendientes de los Black Panthers, surgen hacia 1983 los Asnays. Su nombre, a veces escrito como As-Nays o As Nays, es un juego fonético con las palabras francesas as y nés [Nacidos Ases]. El hombre que fundó y dirigió los Asnays era un negro apodado Man, antiguamente Black Panther. Los Asnays forman una banda de jóvenes negros y árabes provenientes del ambiente rocker igual que los Black Panthers y acompañan a éstos en sus paseos nocturnos por la ciudad en busca de rebels. Para entonces, ya han llegado a París los primeros skinheads.
Les Halles es un barrio del 1erarrondissement de París, en pleno corazón de la ciudad. El nombre le viene dado al barrio por un mercado popular que a partir de 1970 es remplazado por una obra faraónica. Se convierte entonces en un macro-complejo urbanístico que en la actualidad consta de la estación más grande de la ciudad –Chatêlet-Les Halles, en la que confluyen tres líneas RER (expresos regionales), cinco de metro, quince de autobuses diurnos y trece nocturnos-, además del Forum des Halles –el centro comercial más visitado de París-, la piscina más frecuentada y más de cuatro hectáreas de jardines. El tránsito diario de personas puede rondar las 800.000 hoy en día. Siempre ha sido un lugar perfecto para dejarse ver. Desde finales de los setenta se convertirá en cuartel general de muchas pandillas y escenario de incontables peleas.
Es precisamente en Les Halles, en torno a La Fontaine des Innocents, donde se reúnen los primeros skins que formarán la banda de Les Fantômes [Los Fantasmas]. Farid, Amour, Fan y el resto del grupo son skins no politizados, lo que ellos mismos llaman trojan skins. Sus peleas con otros grupos no son en función de la ideología sino por motivos parecidos a los de cualquier pandilla de barrio. Se pegan para delimitar su territorio, por chicas o para robar. Lo único que les distingue es su estética inconfundiblemente skinhead. Agreden indistintamente a punks, hippies, niños pijos o a otros skins. Entre ellos se encuentra un joven llamado Pierre al que apodan Pierrot le fou [el loco] que a mediados de los noventa se convertiría en una figura clave del reggae francés con el nombre de Pierpoljak. La banda de les Halles no sucumbe al dominio de otra pandilla, es la droga la que rápidamente acaba con Les Fantômes.
A principios de los ochenta, el modelo de skinhead neonazi proveniente del Reino Unido es ya una realidad en las calles de París. Entre éstos existe una pequeña diferenciación más terminológica que real. Emulando el engañoso patriotismo de los skins manipulados por el National Front inglés, muchos skinheads parisinos se reivindican simplemente nacionalistas franceses. Un sector más pequeño se declara directamente neonazi. Aunque en ocasiones enfrentados entre ellos –buena muestra del superávit que había en la época- ambos tienen en el punto de mira a inmigrantes y cualquier ideología que no compartan. Los primeros recurren a la bandera francesa como estandarte. Los segundos hacen uso de la esvástica, la runa de odal, el saludo romano y demás parafernalia nazi. Asociadas a las primeras bandas a pie de calle nacen también sus grupos de música R.A.C. Entre los skinheads nacionalistas franceses destacan Tolbiac Toads, en la calle Tolbiac en el 13e arrondissement, que tienen su propio grupo de música. En la vertiente neonazi se pueden señalar los grupos de música Légion 88 en Juvisy o los Evil Skins, que frecuentan la calle Saint Michel en torno a su estación de metro y el Parque de Luxembourg, asociados a la banda más grande, Nazi Klan, fundada y dirigida por Serge Ayoub alias Batskin.
Batskin es uno de los alumnos del liceo Saint-Sulpice de la calle Assas, en el 6e arrondissement, que organiza frecuentemente intercambios con colegios ingleses. Ésta será otra vía de entrada de la nueva moda skin de los ochenta. Sumado al hecho de que a pocos números del liceo se encuentra la Facultad de Derecho de Universidad París II, la calle de Assas también se convirtió pronto en feudo de los skins fascistas. Desde allí, pasando en línea recta por los lugares antes citados hasta République y Bonsergent, refugio de neonazis igualmente, se dibujaba una vertical que cruzaba el Sena y partía en dos París, pudriendo la ciudad de sur a norte y sembrando el terror entre quienes eran blanco de sus ataques.
Les Halles, en el centro de París, también comienza a verse invadido por hordas de skins neonazis. Los Asnays, que usaban Chatêlet como punto de reunión, y los Black Panthers cuyo territorio era République fundamentalmente, empiezan a combinar la caza de rebels con la caza al skinhead, una nueva especie urbana que todavía no conocen bien.
Próximos a los Black Panthers y Asnays están los Ducky Boys. En sus inicios, es una banda también salida del círculo rock’n’roll que se dedica en 1983 a la caza de rebels. En 1984 pasan directamente a la caza de neonazis, tarea en la que se implicarán a fondo hasta su disolución en 1995. Son ellos, de hecho, los que acuñan la expresión “Chasseurs de skins” [Cazadores de skins]. Igual que los Black Panthers, Asnays y la mayoría de la sociedad parisina, sólo conocen la cara neonazi de la historia alterada de los skinheads. Les basta con vislumbrar una figura de cabeza rapada, bomber y Doc Martens para atacar sin preguntarse por su ideología. No obstante, lo cierto es que salvo excepciones como los trojan skins de Les Fantômes, casi la totalidad de skinheads de la época son neonazis o nacionalistas. A medida que la década avance y se vaya conociendo la verdadera historia de la cultura skinhead, los Ducky Boys concretarán su eslogan declarándose Chasseurs de skins fafs. “Faf” es el término para referirse en general a los militantes fascistas. Es en realidad un acrónimo utilizado por la ultraderecha: France Aux Français [Francia para los franceses].
Joao, un joven inmigrante portugués apodado Rocky, apasionado del rock’n’roll de los años cincuenta, es el líder y miembro fundador de los Ducky Boys. La banda es un reflejo de la variedad de orígenes de la inmigración parisina. En su seno conviven jóvenes franceses con negros, portugueses, argelinos, marroquís o yugoslavos. Al ser fieles descendientes de los Black Panthers y Asnays, el estilo de vestir y la rutina de los Ducky Boys es una mezcla de su herencia y las condiciones de la nueva guerra contra los skins. Muchos, entre ellos Rocky, siguen llevando el clásico corte de pelo rocker que también los Black Panthers llevaban y que se convertirá en marca distintiva de muchas bandas de cazadores: rapado por los laterales y la parte de atrás de la cabeza y más largo en la parte superior. Continúan con el hábito que los Black Panthers iniciaron y patrullan en grupo por Le Marché des Puces y el resto de París. Como los Asnays, que llevaron la caza al rebel un paso más allá, circulan también por la red de metro y regionales en busca de neonazis. Se adaptan a la nueva época y amplían el coto de caza rebel de los primeros años rock’n’roll a los conciertos de ska o punk y casa okupas donde los neonazis se camuflan. A la menor sospecha, actúan. Formar parte de la pandilla no es fácil, se necesita demostrar que se sabe pelear. Un aspirante puede acompañar a los Ducky Boys hasta dos años antes de ser aceptado como miembro.
Los skins atacan con bates, triplex –un cinturón formado por tres cadenas de bici que usan como látigo-, sellos en los dedos que hacen la labor de un puño americano y la punta metalizada de sus botas. En sus enfrentamientos contra los neonazis, los Ducky Boys los despojan de sus armas y se adueñan de ellas para no estar en desventaja. Como trofeo de guerra también cogen sus botas, que sustituyen a los zapatos creepers de su origen rocker, y la prenda que servirá de uniforme para la banda: la chaqueta bomber. Los Ducky Boys visten bombers de camuflaje, color negro, verdosas y sobre todo azules, a las que les cosen un parche con el símbolo de la pandilla: una cruz céltica –habitual en la iconografía neonazi- con el brazo izquierdo amputado formando una D invertida y una B, iniciales de la banda. Añaden a sus chaquetas la bandera estadounidense de barras y estrellas en contraposición a la bandera sudista rebel como recordatorio de sus comienzos contra éstos y en homenaje a sus maestros Black Panthers que son los primeros en llevarla con el mismo significado.
A los Ducky Boys se suman dos nuevas pandillas de cazadores: los New Brothers y los Crazy Boys. Estos últimos mantienen una relación muy cercana con los Ducky Boys y les acompañan en sus primeras misiones. Provienen de La Plaine de Saint-Denis, un barrio de Seine-Saint-Denis, departamento 93, al norte de París, por el que se mueven Rockin’ Squat y Solo del clásico grupo de rap Assassin. En su canción La Formule Secrète [La Fórmula Secreta] incluida en el recopilatorio Rapatittude (Labelle Noir, 1990) se puede encontrar un shout-out para los Crazy Boys al final del corte. De Seine-Saint-Denis son también Kool Shen y Joey Starr, que en los noventa cambiarían el juego del rap francés con su grupo, NTM. El hermano mayor de Joey Starr, Scott, es cercano al círculo de los Crazy Boys.
En Montreuil, también en Seine-Saint-Denis, se encuentra L’Usine [La Fábrica]. Se trata de una casa okupa con mucha actividad en esos años que servirá como punto de encuentro y lugar de nacimiento de los Red Warriors, una banda formada en 1986, metódicamente organizada y que se consagrará a la caza de neonazis hasta principios de los noventa. A diferencia de los grupos de cazadores anteriores, los Red Warriors, independientemente de los gustos personales de cada miembro, provienen de un ambiente fundamentalmente punk. Su vínculo con L’Usine de Montreuil y las labores de seguridad que hacen para conciertos como los de Bérurier Noir –buque insignia del punk francés- son una muestra de ello. La hoz y el bate dibujados en el escudo de la banda, su colaboración en campañas contra el racismo para organizaciones políticas o el simple uso del color rojo han hecho creer que sus miembros eran militantes de izquierda. Sin embargo, la mayoría de ellos son simplemente chicos que se mueven por ambientes alternativos y que por su condición de punks o su color de piel han tenido previamente problemas con skins. Su cabecilla, Julien Terzic alias Ranx, un joven punk hijo de inmigrantes húngaros judíos, es el único con una ideología más clara de tendencia libertaria. Fue batería del grupo de Oi! de corte anarquista Brigada Flores Magón hasta su disolución en 2010.
Acorde a su rígida disciplina, las artes marciales y los deportes de combate ligados a las bandas de cazadores anteriores tienen un peso notablemente mayor en los Red Warriors. Entre sus miembros se encuentran campeones de varias modalidades. Julien fue campeón de Francia de full contact, Frank, campeón de Francia de kung-fu, Scan, campeón de Francia de savate –también conocido como kickboxing francés-, BB des Bois, subcampeón de Europa de kickboxing, Kim, campeón de Europa de sanda –una actualización del kung fu clásico-.
Kim antes de entrar en los Red Warriors estuvo en los Ducky Boys. De origen vietnamita, y natural del 13e arrondissement de París, formó parte del colectivo de rap Mafia Trece, nacido en ese mismo distrito. Dentro de este colectivo creó el grupo Soutchide 13 hacia el año 1994, de fuerte inspiración g-funk, y colocó delante de su nombre de pila un merecido Original Gangster. Su álbum Du berceau à la tombe [De la cuna a la tumba] (Studio Delaplage, 2008), tiene un alto contenido autobiográfico. Sus canciones están plagadas de referencias y anécdotas de la época de la caza de nazis, como Chasseurs [Cazadores] –incluido en nuestro podcast Three Months Alive– o el skit J’ai cessé de croire en la police [Dejé de creer en la policía], donde cuenta los abusos que sufrieron cazadores como Nano de los Red Warriors o Bozo de los Crazy Boys y Red Warriors a manos de la policía, dejando claro de qué pie cojeaban ya entonces las fuerzas de seguridad. Del disco Cosa Nostra (M13 Records, 1997) de Mafia Trece y Du berceau à la tombe hicimos una review a finales de 2012.
Observando el corte de pelo de los Red Warriors se pueden apreciar vestigios de los cazadores de rebels. Sus Doc Martens y las bombers los sitúan por el contrario en la nueva onda en la que se encuentran los Ducky Boys. Estos últimos se visten así sobre todo por razones prácticas a la hora de pelear. Sin embargo, los Red Warriors, en sintonía con la escena punk y squatter, se hacen eco de la nueva hornada de skins que reivindican la historia original de su cultura, empeñados en desligarla de la imagen fascista. Con sus botas negras, cordones blancos, vaqueros desteñidos remangados y tirantes, los Red Warriors son los padrinos del incipiente movimiento red skin de París.
A finales de los ochenta nacen tanto en Europa como en Estados Unidos los primeros skinheads que se declaran de izquierdas o del espíritu del 69. Manifiestamente antifascistas y antirracistas como reacción a la extendida mutación neonazi, sientan las bases de corrientes como SHARP (Skinheads Against Racial Prejudice) o RASH (Red and Anarchist Skinheads). Y con ellos nace el término “bonehead” para referirse a los neonazis, pues no los consideran verdaderamente skinheads. Quienes etiquetan a los skinheads antirracistas o militantes de izquierda como los originales también incurren en un error. El skinhead original de los sesenta no es antirracista: directamente no es racista, no concibe el racismo y no necesita oponerse a ello puesto que, salvo casos puntuales, no existe en su hábitat.
Las gorras, zapatillas, vaqueros anchos y marcas de equipos americanos que también visten algunos Red Warriors y Ducky Boys, anuncian la instalación de un nuevo fenómeno que encandila a la juventud parisina. El hip hop aterriza en Francia a principios de los ochenta y lo hace para quedarse.
Los inmigrantes, gran parte de los cuales eran hombres que habían dejado a sus familias en sus países de origen para ir solos a Francia a trabajar generalmente en la construcción y alojarse en la primitiva banlieue parisina de la década de los sesenta, tienen la oportunidad de traer a sus mujeres e hijos a Francia con la Ley de Reagrupación Familiar de 1976 del presidente de la República Giscard D’Estaing y su entonces primer ministro Jacques Chirac. El extrarradio parisino conoce en los años ochenta una masa de jóvenes desorientados, inmigrantes de primera y segunda generación que necesitan inventarse una cultura. A diferencia de músicas anteriores como el punk o el Oi!, el hip hop entra en Francia por la puerta grande. TF1, una de las tres cadenas de televisión que existen en aquellos años, estrena H.I.P.H.O.P. en 1984, el primer programa a nivel mundial de contenido enteramente hip hop. Por su plató pasan Afrika Bambaataa, Kurtis Blow, Sugar Hill Gang o el writer Futura 2000. Entre los adolescentes que aparecen bailando breakdance se encuentran unos jóvenes Joey Starr de NTM y Stomy Bugsy, miembro fundador de Ministère A.M.E.R. Lo presenta Sidney Duteil, conocido simplemente como Sidney, deejay, breaker amateur, antiguo locutor de radio y ante todo un enamorado del hip hop. Por si fuera poco, es el primer presentador negro de la televisión francesa. Los pequeños marroquís, argelinos, portugueses, negros africanos y caribeños acaban de encontrar el bálsamo para paliar su desarraigo. Aunque el programa apenas dura un año en antena, es suficiente para que el virus del hip hop se extienda por el hexágono francés.
La Universal Zulu Nation de Afrika Bambaataa con representantes en París como DJ Dee Nasty, sirve a los medios de comunicación franceses para coger prestada la palabra zoulou –adaptación ortográfica de “zulú”- y usarla para referirse por extensión a los amantes del hip hop en general. El lazo que une hip hop, inmigración y extrarradio es tan fuerte que el término zoulou se acaba extrapolando para hablar de los chicos negros y árabes de la banlieue. Con el tiempo, ya en la década de los noventa, el nombre va perdiendo su significado original. Las nuevas generaciones de rappers, especialmente las que están en las antípodas del “peace, love and unity” de la Zulu Nation –véase por ejemplo Mafia K’1 Fry-, queriendo desmarcarse de la escuela anterior como suele ocurrir, utilizan la palabra zoulou como algo despectivo.
Pero por el momento, en los ochenta la deformación de la palabra zoulou engloba a toda una generación de banlieue que ronda la quincena de edad, generalmente de piel oscura y vestidos de ancho. Se constituyen en bandas y el fin de semana acuden a París en metro y cercanías a la estación de Chatêlet-Les Halles, haciendo de Les Halles su fuerte particular como tantos otros grupos antes. Bailan, rapean, delimitan su territorio o simplemente delinquen. Algunas pandillas zoulous jugaron un papel importante en la caza de neonazis por razones obvias: su color de piel los convierte en enemigos a ojos de los racistas con los que se disputan el terreno. La diferencia entre las bandas de cazadores y las pandillas zoulous es que los primeros salen expresamente a buscar grupos de nazis, mientras que los zoulous agreden a skins si se los encuentran o invaden su zona, pero se pelean de igual forma con otras pandillas por asuntos banales. Los Bourreur Boys, por ejemplo –entre quienes está BG Lolo, compañero en Southcide 13 de OGKim de los Red Warriors– son originarios del 13e arrondissement, donde deambulan los skins Tolbiac Toads, con quienes se enfrentan a menudo. Sin embargo, en ningún caso se llaman a sí mismos cazadores, lo son por necesidad. Algo parecido pasa con los Requins Vicieux [Tiburones Viciosos], un grupo que abarca de norte a sureste de la periferia parisina –desde Sarcelles hasta Vincennes pasando por Aubervilliers-. Sin convicción ideológica alguna ni reivindicación particular, se enfrentan a quien consideran un obstáculo para su supervivencia como banda. Uno de sus miembros es un joven al que llaman Petit Charles, conocido de sobra hoy en día en el mundo del rap por el sobrenombre de MC Jean Gab’1. Su canción J’t’emmerde [Te jodo] se hizo bastante famosa en 2003 por ser una retahíla de insultos y despropósitos dedicados a muchos rappers, desde Rohff y Kery James –con quienes llegó a las manos tiempo después- hasta Fonky Family, Pit Bacardi o incluso artistas ajenos a la escena como Pierpoljak.
Entre las bandas zulús, destaca una que en sus inicios participa de forma más o menos activa en la caza de nazis: los Black Dragoons. La pandilla nace en 1985 de la mano de un joven haitiano llamado Yves, hijo de una opositora al régimen dictatorial de su país. Yves llega con dieciséis años a París y se instala con su madre en un apartamento de La Défense, la zona financiera al oeste de la ciudad, cuya explanada se convertirá en cuartel general de la banda.
Su padre, al que admira, vive en Miami y ha integrado una banda que se llama Black Dragons, que en los sesenta defendía a la población negra de los ataques del Ku Klux Klan. Guiado por la misma causa romántica, Yves crea un chapter de la banda en París. El objetivo de los Black Dragoons, conocidos también por sus siglas, BD, es en principio luchar contra cualquier tipo de injusticia. La guerra contra los skins neonazis les viene como anillo al dedo. Adopta el alias Le Vent [El viento], motivado por el kung fu, disciplina que practica, y recluta en el gimnasio donde entrena a más miembros de la banda. Las artes marciales tienen una importancia enorme en el grupo desde su fundación. Como los Red Warriors, entre sus soldados cuentan con varios ganadores de títulos en muay thai, boxeo o taekwondo. Utilizan entre otros el parque de Nanterre, cerca de La Défense, para sus entrenamientos en grupo. La banda se rige por un código ético básico: “contenerse antes que herir, herir antes que mutilar, mutilar antes que matar, matar antes que ser muerto”. Se estructura hasta el último detalle y se ramifica en diferentes secciones como Les Tigres, Les Chimpanzés o Les Mantes Religieuses [Las Mantis Religiosas] que patrullan una parte asignada del extrarradio.
Les Kamikazes es una de las secciones que más se implica en la guerra anti-skin. La dirige Jeremy Maradas, campeón de Francia de taekwondo y más conocido en la escena hip hop como Jo Dalton, tío de Daddy Lord C de La Cliqua, uno de los mejores grupos de la época dorada del rap francés. A principio de los ochenta, Jo Dalton era un discípulo de Man y Momo de los Asnays, les acompañaba en sus primeras misiones pero no formaba parte de la banda. Momo, apodado curiosamente Le Zoulou, le recomendó acudir a los Black Dragoons puesto que era demasiado joven para entrar en los Asnays y no disponían de una sección junior, algo que por el contrario será muy habitual en las bandas zoulous en los noventa. Los Requins Vicieux degeneraron en los Requins Juniors con quienes MC Jean Gab’1 sigue manteniendo relación, a pesar de que se hayan alejado radicalmente del espíritu de sus mayores. Los propios Black Dragoons, desbordados por el número de miembros y solicitudes de ingreso también crearon su filial, Black Dragoons Juniors, de cuya primera promoción fue miembro Egosyst aka Aarafat de La Cliqua.
Los Black Dragoons pronto se convirtieron en una pandilla muy numerosa cuya larga sombra se cernía por los cuatro puntos cardinales de París. Protegidos por ellos han crecido muchos jóvenes que luego han hecho carrera en la alta competición deportiva como Pascal Gentil, medallista olímpico de taekwondo en Sidney y Atenas, el futbolista franco-marfileño Dagui Bakari o incluso Makelele y Lilian Thuram –quien menciona a la banda en uno de sus primeros libros-, antiguos jugadores del Real Madrid y el F.C. Barcelona respectivamente. Y no sólo en el deporte. Por su relación con Daddy Lord C de La Cliqua, que en aquellos años actuaba junto con Booba y Ali, los Black Dragoons ejercen de cuerpo de seguridad para estos rappers en los conciertos y en la calle.
A finales de los ochenta el tablero de juego empieza a cambiar. Por una parte, el trabajo que están desempeñando las bandas cazadoras, especialmente Ducky Boys y Red Warriors, ha hecho su efecto. La balanza se inclina aparentemente a su favor y en detrimento de los neonazis. Por otro lado, muchos skins han aprendido la lección. Las constantes palizas que sufren no les compensan. Algunos ni siquiera están convencidos de su discurso racista. Y es lógico, en la pluricultural sociedad francesa es difícil defender una actitud xenófoba y no caer en la incoherencia. Valga como ejemplo el caso de Sniff, cantante de los Evil Skins y que en realidad se llama Iman Zarandifar, nacido en Irán. Un punk le disparó en 1984 condenándole de por vida a una silla de ruedas.
No todos los neonazis desisten. El antiguo líder del Nazi Klan, Serge Ayoub aka Batskin se resiste a abandonar la causa que en su persona reúne más contradicciones que en ninguna otra: defensor de la lucha obrera como disfraz del nacionalsocialismo pero hijo de una fiscal, racista y xenófobo pero de familia libanesa y novio de Tabatha Cash –una actriz porno de origen vietnamita y claros rasgos asiáticos-, contrario al uso de drogas pero encarcelado por traficar con esteroides. Aun así, su elocuencia y cultura le elevan por encima del resto de skinheads, lo cual tampoco es difícil, por otra parte. Físicamente es de constitución fuerte, algo primordial en aquellos años.
Su carisma le permite de nuevo reclutar a los skinheads supervivientes y formar a finales de 1987 las JNR, Jeunesses Nationalistes Révolutionnaires. Se trata del núcleo duro, que da palizas al mismo tiempo que sirve de guardia de honor para el partido ultraderechista de Jean Gilles Mallariakis.
La caza ya no es un juego. A partir de entonces las JNR patrullan con perros, entran en acción las armas de fuego y los cazadores ponen bombas en los locales neonazis. De un lado y del otro sólo quedan los que de verdad creen en su lucha.
Para 1989, quitando las JNR que mantienen una militancia firme y un look inconfundible, el grueso de los skinheads restantes adopta una apariencia casual y se protege camuflándose en la masa. Muchos se han hecho mayores, tienen un trabajo de nueve a cinco y no pueden prolongar más ese estilo de vida. Suavizan su forma de vestir. Conservan las bombers pero no apuran tanto el corte de pelo, no llevan los vaqueros tan ajustados y sustituyen las botas por zapatillas deportivas. Cambia el envoltorio pero no las ideas.
Un reducto de skinheads de varias bandas de los ochenta encuentra su hueco en el Parc des Princes, el estadio del Paris Saint-Germain. En la tribuna K se forma en los años setenta el Kop of Boulogne, el sector ultra del PSG. Esa zona será desde entonces tradicionalmente hooligan, con grupos como los famosos Boulogne Boys. Batskin creó allí el Pitbull Kop y a finales de los ochenta intentó con este grupo dominar la tribuna, aunque fracasó.
El estadio de Parc des Princes se encuentra en el 16e arrondissement, que limita con el departamento 92, Hauts-de-Seine. De allí, más concretamente de Boulogne, igual que Booba, es Salif, un rapper negro apadrinado por Zoxea y el colectivo Beat de Boul. El nombre de su mixtape Boulogne Boy (2007) o el videoclip de Black skin son testimonios de la presencia skin en ese área y al mismo tiempo un intento de desvincular el nombre de su zona del hooliganismo racista.
La progresiva desaparición de skinheads del centro de París a las puertas de la nueva década desestabiliza el ecosistema. Muchas bandas de cazadores creen terminada su misión, otras demuestran no estar del todo seguras ahora que la guerra ha alcanzado una nueva dimensión; desaparecen. Las bandas zoulous, que aunque en algunos casos participasen en ningún momento tuvieron como finalidad la caza de skins, se encuentran de pronto sin más enemigos que otras pandillas más grandes o fuertes que ponen en peligro su hegemonía. Demasiadas para repartirse poco territorio.
Delimitar el área metropolitana de París es algo bastante difícil. Oficialmente, cuando se habla de París como ciudad se hace referencia al departamento 75, dividido en sus veinte arrondisements o distritos, rodeado por tres departamentos que ya se consideran periferia: Hauts-de-Seine (92), Seine Saint-Denis (93) y Val-de-Marne (94). Estos tres departamentos forman lo que se llama la petite couronne [pequeña corona] a la que rodean los departamentos de Seine-et-Marne (77), Yvelines (78), Essonne (91) y Val-d’Oise (95) que conforman la grande couronne. Todo ello constituye la región Île-de-France.
Los Black Dragoons, que empiezan a hacerse fuertes cuando los skins ya escasean, entran en guerra con los Requins Juniors, que han violado a chicas de su entorno. Los BD se alían a los Black Units, los Fight Boys de Évry, en Essone, al sur de París, y The Cobra Power de Nanterre, en Hauts-de-Seine, al oeste. Por su parte, intentando contrarrestar, lo que da una idea del vasto ejército que formaban los Black Dragoons y su diseminación por todo el extrarradio, los Requins Juniors cuentan con la ayuda de The Black Fists, los Criminal Action Force de Cergy Pontoise, en Val-d’Oise, al noroeste de París, los KSR de Rosny-sous-bois, en Seine-Saint-Denis, al este, los Criminal Killer Crew y una única pero extensa familia senegalesa llamados Mendy, con sede en Mantes-la-Jolie, en Yvelines, al oeste.
A diferencia de las bandas de cazadores, cuyos miembros se han conocido entre ellos en París ciudad con un mismo objetivo, estas anteriores son pandillas muy numerosas que vienen ya formadas de sus ciudades en la pequeña y gran corona. Cada fin de semana llegan en tren por centenares y desembarcan en París convirtiendo Les Halles y otros espacios abiertos en verdaderos campos de batalla. Comienza así entre distintas pandillas de la generación zoulou una larga y encarnizada guerra que, entre muertes y encarcelamientos, producirá en ellas muchísimas más bajas que el período de caza.
De los grupos de cazadores, los Ducky Boys son sin duda la banda más longeva. Aun cuando la moda de la caza decae, el número de skins se reduce y las condiciones se vuelven más serias, ellos siguen. Los días que juega el Paris Saint-Germain, circulan por las inmediaciones del Parc des Princes. Les acompañan en estas misiones unos chicos de barrio que Rocky considera todavía demasiado jóvenes para ingresar en la banda. Cansados de esperar, deciden formar una propia. Antes del verano de 1989 nacen los Ruddy Indian Fox, creados por Domino y S aka Ninja. Se distinguen por un parche con la cara de un apache sobre fondo amarillo cosido a sus bombers. Al poco tiempo dejan el nombre sólo en Ruddy Fox.
A imagen y semejanza de los Ducky Boys o Red Warriors, son un grupo multiétnico y comienzan vistiendo el uniforme tradicional cazador. Sin embargo, a principios de los noventa, adoptan el look de skinhead clásico como forma de provocación pero sobre todo como reivindicación del espíritu del 69, buscando desterrar a los neonazis de una forma de vida que no les pertenece. Asimilan la cultura skinhead y contribuyen enormemente a su saneamiento devolviéndola a su esencia, al mismo tiempo que prohíben el acceso de nazis a otras escenas. Se presentan con esa misión en casi todos los conciertos de la noche parisina: punk, psychobilly, hardcore y especialmente reggae y ska. Filou, uno de los Ruddy Fox, aparece en el Album de Famille (Family Records, 2000) de Southcide 13 bajo el alias OG Malko.
En los alrededores del Parc des Princes y la tienda de moda skin London Styl en el 15e arrondissement, los Ruddy Fox también se enfrentan por su cuenta a grupos de nazis casuals de la hinchada del Paris Saint-Germain como Army Korp, Commando Pirate o Chelsea Firm. Observando a los dos bandos cara a cara salta a la vista la paradoja: ahora son los cazadores los que llevan la estética skinhead y los neonazis los que visten como cazadores. Las tornas han cambiado definitivamente.
Aliados de los Ducky Boys y coetáneos de los Ruddy Fox, los Green Berets son a principios de los noventa la última banda de cazadores en formarse. Dirigidos por Farés, un joven tunecino, como uniforme visten bombers de color verdoso con las iniciales G y B en la manga, siguiendo el mismo patrón que los Ducky Boys. Con éstos colaboran en repetidas misiones hasta la extinción total de neonazis en la calle para 1995. Una de sus acciones conjuntas más sonadas fue el ataque a la tienda skin London Styl que a Rocky le costó cinco meses de prisión. Con la disolución de los Green Berets, Ruddy Fox y Ducky Boys a mediados de la década se pone punto final a la cacería de neonazis.
Farés, una vez disueltos los Green Berets, comenzó a llevar una vida que le hizo acabar en prisión en un módulo de alta seguridad. Apareció ahorcado en su celda, algo bastante sospechoso porque bajo ese régimen no están permitidos ni cordones ni sábanas. El impacto de la lucha antifascista, los vicios asociados a la vida en la calle y la guerra fratricida entre bandas, acabó con muchos cazadores, zoulous y miembros de pandillas en general. Farid de Les Fantômes todavía vive pero tendrá que hacerlo con el virus del sida. Otros no pueden decir ni siquiera eso. Man de los Asnays apareció en su casa con un disparo en la cabeza. Momo, de su misma banda, murió de sobredosis. Marco de los Ducky Boys defenestrado. Jessy de los Crazy Boys asesinado en Les Halles. Scan de los Red Warriors asesinado de un disparo en la garganta. Jeckel de los Bourreur Boys asesinado por la policía. La lista es interminable. Afortunadamente, no todos tuvieron un final tan triste. Rocky de los Ducky Boys regresó a su Portugal natal donde vive actualmente de la agricultura. Otros como Julien de los Red Warriors, encontraron un salvoconducto en la música o en las artes marciales como Jo Dalton, que es profesor de taekwondo, u OGKim, que vive feliz en Tailandia.
Aunque estas pandillas fueron las más importantes en la caza de neonazis, existieron otras que en épocas puntuales o en zonas concretas también aportaron su granito de arena. Acabaron siendo absorbidas por otras bandas más grandes o simplemente desaparecieron. Por otro lado, las enemistades que surgieron entre algunos grupos o las rivalidades a nivel personal han hecho que algunos nombres queden enterrados con el paso del tiempo. Es necesario reconocer el aporte, en mayor o menor medida, de grupos como los Docker Boys, que prohibieron la estancia a los skinheads en los Campos Elíseos, los Felins de Grigny, en Essonne, al sur de París, los Street Boys de Aulnay-sous-bois, en Seine-Saint-Denis, los Black Eagles de Porte de Clignancourt, Red Boys del 13e arrondissement y un largo etcétera.
El fenómeno de los cazadores es una respuesta a la ofensiva neonazi única en el mundo. Sería injusto negar la tarea que han hecho muchos grupos de skins antifascistas en sus respectivas ciudades, pero la cacería de París es especial por varios motivos. No se trata de casos puntuales sino de una reacción a gran escala, organizada pero no politizada. Las bandas tienen un altísimo componente inmigrante y en todas las etapas son jóvenes entre cinco y diez años menores que las bestias armadas a las que se enfrentan. Y además, son los primeros de Europa en actuar.
Los cazadores colgaron finalmente sus uniformes y empezaron a vestir de civil, fundiéndose con el resto de ciudadanos y pasando a la historia. Su victoria se puede confirmar hoy en día paseando por París.
Sublime como siempre, para el que quiera más información sobre el tema en Youtube está este documental.
http://www.youtube.com/watch?v=UU07m_Cr-jg
Uf, lo dejo a la mitad, luego vuelvo.
10/10
Brutal el artículo. Pero brutal.
LA REOSTIA.
Simplemente, mil gracias por este pedazo de artículo.
Como «fan» de todo el tema de bandas/pandillas de la segunda mitad del S.XX sobre el que siempre me gusta conocer y saber, no puedo más que sumarme a la crítica positiva del artículo.
Artículo excelente.
Esas fotografías super serias.
Todo el amor.
No puedo decir absolutamente nada. Es, con toda probabilidad, uno de los artículos más extensos de vuestra web, y creo que, después de leeros durante varios meses, apuesto a que ha sido el que más trabajo de investigación ha llevado. 1L para ustedes. Brutal.
El único defecto que le encuentro es que esto no se encuentre en edición física. Me daría lo mismo que cada tomo pesara lo que una enciclopedia de El País, os quiero en mi estantería.
Gracias por ofrecer esto.
Sublime.
Habiendo crecido en una escuela francesa, mi primer contacto con el rap fue via todo lo que se hacía en ese pais. Siempre supe de la relación que mantenían las bandas de skins con el posterior crecimiento del hiphop, pero joder… Esto es demasiado! ?De donde coño sacais tanta información???
Como se dice por mi tierra «el feixisme creix si no sel combat». Enorme artículo.
Impresionante.
Se me han saltado las lágrimas leyéndolo. La polla tio.
Me quedo corto con «enhorabuena»
Grandioso es artículo, tanto por la redacción como por la labor informativa, ya que,por desgracia para todos, el fascismo está volviendo a surgir en las calles.
Salud!
Me ha encantado el artículo, últimamente desde Crypta no me dejáis trabajar…tanta cosa buena y extensa que leer…
Una duda, con respecto al último párrafo de Big Brotha. El que los neonazis desapareciesen de París para el 95′, más que por la confrontación directa de los «cazadores», no podría haber sido simplemente porque se «pasó de moda»? Y porque las condiciones sociales que hicieron que los neonacis empezasen a surgir a finales de los 70s y 80s , en los 90 ya no fuesen las mismas?
Os pasáis, ponéis al alcance de todos información muy difícil de encontrar en artículos bien documentados, extensos pero bien llevados. Todo mi apoyo, está muy bien saber de estas cosas, y la primera parte sobre la historia de los skins es algo que me he visto obligado a explicar muchas veces debido a mi estética (aunque no sea skin ni nada), se agradece leer estas cosas bien escritas y explicadas en un amplio contexto.
Muy bueno!
3mc33 Rizox, qué pasó. Gracias por el support a Crypta, a ti y al resto.
La caza terminó hacia el año 1995, sí. Lo que consiguieron los cazadores fue, primero, echarlos de los lugares públicos y, segundo, que no vistiesen de skin. Vistiendo con botas, triplex y paseándose en grupo es como eran una amenaza inmediata para sus víctimas. No dejó de haber nazis en la calle porque se pasase la moda. Ninguna moda dura quince años. Lo que consiguieron fue precisamente que el dar palizas en grupo vestido de paramilitar no se convirtiese en costumbre y se cronificase.
Gracias a todos por el interés y el aprecio, de corazón. Escribimos fundamentalmente porque vosotros nos leéis.
Peace.
Dejo el marcador por la mitad de este pedazo de articulo…sobre una parte importate de la historia «urbana» de la ciudad parisina!
supongo que parte de la Info es sacada de este docu no? http://ur1.ca/cr7me , por cierto tambien muy bueno el documental http://www.youtube.com/watch?v=CRKymsEuD1M http://www.youtube.com/watch?v=EfDbTgb6uyc que tb recomiendo…
Enhorabuena de nuevo pal equipo de cryptamag y en especial al autor…chapó!
Hola, fyM, gracias por la enhorabuena. Efectivamente, el documental de Marc-Aurèle Vecchione, «Antifa: Chasseurs de skins», ha sido una de las fuentes básicas. Queda recomendado desde ya. Es perfecto, desde la música elegida por Madj de Assassin hasta la infografía de Honet, el montaje, los testimonios…y la historia en sí. Pero no ha sido la única fuente, obviamente. El documental no cuenta la historia de las pandillas zoulous que por lo que he investigado también hicieron su papel. Y como somos un magazine hip hop intenté enfocarlos desde ese punto de vista y mostrar los pequeños vínculos que tiene el fenómeno de los cazadores con el hip hop, cosa que no hace el documental. Algunos libros de Yan Morvan, un fotógrafo que se dedicó a seguir a las pandillas desde los setenta hasta prácticamente hoy en día, también me ayudaron bastante. Y lo más importante, las dudas que me resolvieron y las fotos que me cedieron los propios cazadores y miembros de pandillas con los que hablé: Rocky de los Ducky Boys, Kim de los Red Warriors, Jo Dalton de los Black Dragoons, Lolo de los Bourreur Boys, una chica del entorno de los Asnays y Domino de los Ruddy Fox, principalmente. Sin ellos hubiese sido bastante más difícil. Les estaré siempre agradecido.
Paz.
Brutal! No hay más!
Muy buen artículo, saludos desde el otro lado del Atlántico, seguiré revisando la web, espero todo esté así de bueno.
Dagui Bakari fue fichado por el Valladolid en 2004, pero la UEFA nunca autorizó el transfer y el equipo, sin delanteros, terminó descendiendo a segunda división.
Enorme BigBrothaBob!!!
Pues io me estoy traduciendo el docu al español vamos para currarme luego los subtitulos llevo como la mitad porque me encantó el docu …..me encantó me encantó !!!!
impresionante. me he quedado sin palabras, menudo trabajo de investigación, enhorabuena!
Buenísimo, genial. Es brutal. Deberías ampliarlo y hacer un libro!!!! Y Afrika, sigue con el subtitulado, por favor!!! muchos te lo agradeceremos.
se sale …buenísima información aclaratoria de un montón de prejuicios a ciertos sectores que lo único que hacen es jugarsela para el bien común. Gracias!!
Hola, yo crecí en Bélgica hasta los 15 años y si bien la situación no era la misma que en Paris, hay semejanzas, habían grupos de pequeñas pandillas nazis que molestaban a los extranjeros como yo por un lado y grupos de redskin que los combatían a ellos. Yo flirteaba con el punk, llevaba bototos de militar, chaqueta de cuero, perfecto, como bien sale mencionado en el articulo y salía por las noches a pintar esloganes revolucionarios en las paredes con spray, escuchaba berurier noir y ludwig von 88.
En fin, me leí el artículo completo, te agradezco de corazón me hiciste recordar una época muy efervecente de mi vida. Gracias.
Paris années 80 que de souvenirs et tous ces connards qui se fritaient pour des couleurs, nous on niquait des meufs, pour l’oiseille du deal de coke, shit et de la peta, pas de politique, Kaira for life. 93 es mi tierra, ahora vivo en este país de mierda llamado España, pero sigo a lo mio, la pasta entra y me cago en la politica ,cuando me harte de vuelta a Panam.NTM.
Would be really nice if someone translated this into english.
Soy Teddy Boy desde finales de los años 70s y algunas cosas que se pueden leer aquí no son del todo ciertas, ni todos eran tan buenos ni los otros eran tan malos, como es normal en todos los movimientos hay de todo, antes de ser y identificarme con el movimiento Teddy Boy fui un Rockers (Blouson Noirs), pero como lo que a mi más me interesaba era la parte musical y los que más se interesaban en la música eran los Teds rápidamente me identifiqué con ellos,los que yo conocí claro.
Yo fui uno de los Teds que cuando no podía ir a un concierto en UK me pasaba por Vincennes, nunca conocí esa supuesta pandilla llamada Les Hirondelles de Vincennes, alguien me puede explicar de donde se a sacado esa historia?Por si no lo sabéis en Vincennes si que se podían ver unos llevando Rebels Teds en la espalda de sus chaquetas, por si no lo sabéis ese nombre era originario de un club de R&R Holandés,por cierto, en uno de los últimos discos de Crazy Cavan and the Rhythm Rockers se puede escuchar una canción dedicada justamente a ese club de R&R.
Decir también que los Teds eramos de familias de clase media alta es totalmente falso,muchos de nosotros vivíamos en la Banlieux Parisienne, yo mismo con mis padres vivimos en Charenton-École,Cachan, Bonneuil sur Marne etc…..
Conocí personalmente a algunos de los Black Panthers,Del-Vikings,Go Cats Go,Fifties Yanks,Asnays….. Por ejemplo a Man,uno de los fundadores de los Asnays,enfin,podría estar horas y horas escribiendo sobre aquellos finales de los 70s y primeros 80s,por suerte todo esta a cambiado mucho,todos somos más mayores y hemos aprendido a vivir todos bajo el mismo sol,para los que no han conocido todo esto esta articulo puede parecer fantástico,pero a lo que se refiere al apartado relacionado con el 50s Rock and Roll hay muchas cosas que se han quedado en el tintero.
Saludos desde Catalunya
Impresionante reportaje, un gran trabajo, enhorabuena!
¡Qué pasada niño! Brutal, felicidades!!!!
los primeros skins de izquierda y antifascistas no nacieron a fines de los 80, hay que informarse mas, en el libro «spirit of 69 a skinhead bible» de george marshall que cuenta la historia de los skins, desde sus inicios con los «hard mods» hasta hoy, dice que a fines de los 60 ya habian skins que votaban tanto por el partido laborista ingles (de izquierda) como por el national front, pero no tenian roces entre ellos por politica, es decir no inmiscuian sus posiciones politicas personales dentro del movimiento. ademas mucho antes de rash y sharp, han existido bandas de oi!(musica skin) que se han definido como claramente de izquierda como los angelic upstarts ( de fines de los 70) o the blaggers, sin mencionar a los miticos «the redskins» ( banda skinhead de power soul inglesa de principios de los 80 y militantes del izquierdista socialist worker party ingles)