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Connected: El principio de una historia

 

Diseño: Oh, So Nappy!

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The Foreign Exchange – Connected

(2004 · BBE)

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Hoy sale a la venta  “Love in Flying Colors”, el cuarto disco de estudio de The Foreign Exchange, el dúo formado por Phonte Coleman y el productor holandés Nicolay, actualmente residente de Estados Unidos. El disco sale por su propio sello +FE Music, pero el camino del dúo hasta el día de hoy ha estado lleno de invención, creatividad, y en definitiva evolución. Por eso aprovechamos para repasar su ópera prima, “Connected”, el disco más rap del grupo y que probablemente muchos (yo mismo inclusive) teníamos en el olvido en pos de sus últimas grabaciones más cercanas al R&B y el nu-soul.

Aunque actualmente el nombre de Phonte Coleman es un referente en la nueva escena negra estadounidense, hubo un tiempo en que era sólo una promesa con un gran trabajo a la espalda con su grupo Little Brother, en el que también militan 9th Wonder y Big Pooh. “The Listening” (2003 – ABB Records), que así se llamaba aquel disco, impactó en el público y la crítica hasta convertirse en obra de referencia de la primera década del nuevo siglo (echa un ojo a la reedición especial del décimo aniversario).

Aunque antes de The Listening” ya se pudo ver a Nicolay acreditado en una referencia junto a Phonte, el maxi “Whatever You Say / Light It Up” (2002 – ABB Records) adelanto del inminente LP the Little Brother, no es hasta la mxitape “N.C. State of Mind” (2003 – Hall of Justus) del colectivo de Carolina del Norte Justus League dónde se ve por primera vez el nombre de The Foreign Exchange. Como pues, ¿un beatmaker holandés y un mc de Carolina del Norte se unen  sin ninguno ser especialmente conocido entonces? La respuesta es: Okayplayer.

No creo que sea coincidencia que un proyecto tan orgánico naciera de unos comentarios la plataforma informativa propiedad de uno de los motores principales de The Roots, Questlove. Esos comentarios y concordancia de gustos llevaron a que Nicolay enviara beats a Phonte, y a que éste le dijera que necesitaba grabar algo sobre aquel sonido. La música de Nicolay estaba lejos de la crudeza noventera cuasi imperante en EEUU, y se acercaba más a la incipiente oleada de rap brillante herencia de Slum Village, The Pharcyde, Common, los debuts de Kweli y Mos Def en solitario, o los ya citados The Roots entre otros artistas. Nicolay estaba muy influenciado por el R&B clásico, y que supiera tocar teclados, bajo, guitarra y batería le daba a su música el brillo idóneo para que Phonte siguiera desarrollando unas dotes de canto que había empezado a explotar tímidamente en “The Listening”. Tiempo después, fruto de aquel cibernético romance musical, veía la luz «Connected», con ese artwork de oh, so nappy! (que me recuerda mucho a la foto de David Bythewood que coupa la portada de «Speak Like a Child» de Herbie Hancock) reflejando un amor joven pero ambicioso, que se tumba en el césped y sueña bajo una noche estrellada ansiando formar parte del infinito.

Así nace The Foreign Exchange, del misticismo espacial y tribal con el que abre el disco Nicolay (ahora convertido en sonido leitmotiv que abre cada nueva obra del grupo) y que rompe un scratch para dar paso a varias capas de la voz de Yahzarah, que con una estrofa muy positiva introduce a la perfección el brillo sobre la que se sustenta «Connected». Esto también es un ejemplo de la clara influencia del R&B en la música de Nicolay. Exceptuando (con pinzas) Raw Life no hay espacio para sonidos sucios ni para baterías agresivas. Todos los temas fluyen por el groove de los sintetizadores limpios de Nicolay y las notas largas de sus pianos eléctricos suspendiéndose suavemente de forma natural o gracias a los delays en las baterías cargadas de sensualidad.

Aunque también utiliza algunas muestras, la composición permite a Nicolay dar una linealidad al disco que no sólo se aprecia en la estructura de los beats, sino también en los enlaces de algunos cortes como por ejemplo Nic’s Groove con Be Alright o Brave New World con The Answer, que consiguen que no escapes de aquel precioso día de amor hasta que ellos decidan ponerle fin. Otra herramienta que usan para eso es resucitar la (grandiosa) tradición noventera de los skit instrumentales a final de tema que instauraron artistas como Pete Rock. No obstante, aunque la mayoría de la responsabilidad en lo musical es de Nicolay, también hay pequeños aportes de músicos como Al Noyci a la batería en ‘Raw Life’, Clay Ion en el bajo en ‘Nic’s Groove’, Dj O’ Neill a los scratches, y unos acreditados Foreign Exchange Students Brass Band a los metales en Hustle, Hustle que me huele a ellos echando el rato de forma creativa.

Tanta musicalidad no podía ser explotada únicamente por rapeos, y aunque Phonte ya empezaba indagar en el arte de cantar, son bastantes las colaboraciones de otros cantantes durante todo el disco. Dos miembros de Justus League tienen gran importancia en el disco: Yahzarah y Darien Brockingston. La primera, aparte del honor y responsabilidad de encargarse de la apertura y cierre del disco, aparece también uno de los cortes de amor del disco, Sincere, con Nicolay tocando la guitarra, y que fue escogida para grabar el único videoclip del disco (por aquel entonces no salían cuatro vídeos antes que el álbum).

Darien por su parte tiene un corte en solitario llamado Come Around, idóneo como recurso de striptease para noches de pasión, y también aporta varios estribillos. Los temas en que aparece son Call, Hapiness, y All That You Are sobre ese sample de That’s What Love is Made Of de The Sylvers que pide R&B a gritos, y sobre el que Phonte habla al principio antes de dar paso a ese juego de barras alternas con Median. Frank Ford firma el estribillo de Be Alright, dónde también aparece Median, y que seguramente sea el tema más nostálgico del disco –People ask, I just tell ‘em I’m straight / My girl was throwing up this morning I’m praying it was something she ate- pero que aun así sigue mantiendo el positivimo –The pain that you know, the evil you see / I got a feeling that we’re gonna be alright. Este corte además, también tiene un remix en el disco de clásico corte R&B con guitarra sensible y caja-palmas.

Por último ponen su granito de arena Amanda Hampton y Stacy Campbell en los coros del estribillo de Let’s Move, una de las dos colaboraciones de Big Pooh, y Rhonda Wimbush en los coros de Nic’s Groove. De esta forma los párrafos cantados de Phonte adquieren más coherencia con el concepto musical, sin llegar a quedar eclipsados por los colaboradores puesto que el de Hustle, Hustle (el feat de Critically Acllaimed) probablemente sea uno de los más pegadizos del disco.

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Un Phonte maduro y preocupado por sus responsabilidades con respecto a su familia y su porvenir, transmite buenas vibraciones y espíritu de superación de principio a fin manteniéndose lejos de ser una víctima del drama o el sistemaMy rhymes never dramatize, applied for the job of rap, nigga but I was over-qualified / apoligize to my girl and my kid, told ‘em, that I was sorry for the way that I lived. Lo usa en todo momento como referencia de la cual se ha alejado en un acercamiento a la música como solución –Man, I don’t ask for much / I just wanna chill at home and sip my drink out of my plastic cups» / «So many emcees to crush and teams to slay / so many rhymes to write, so many things to say / and yo we still ain’t willies or thugs, can’t concede new thoughts / Hip Hop needs some infertility drugs. Esa idea se refleja a la perfección en Brave New World, dónde el primer párrafo narra de dónde viene -We got, single moms that can’t afford to feed children / World War 3 got planes flying into building’s / corrupt cops and robbers, thieves and politicians / They just keeping taking as the world keeps spinning- y cómo, aunque en cierta parte todo sigue igual, al menos ha encontrado refugio en la música –Been a lot of long days, a lot of nights travelling /A lot of niggas asking what record’s 9th’s sampling– en referencia a su compañero en Little Brother. En este corte Nicolay también se marca un estribillo final con voocoder, y retoma la ya citada tradición del skit a final de corte, puede que para reforzar la memoria de los 90 que hace Phonte en el primer párrafo. Por lo demás encontramos un Phonte hablando de amor en varios cortes y compitiendo en algún otro, como en The Answer junto a Kenn Starr, Sean Boog y un joven Oddisee. Quizá se le podría achacar poca profundidad de contenido a las líricas de Phonte, pero unas barras más profundas, sesudas y/o dramáticas hubiesen roto con la luz positiva que desprende la música de Nicolay. “Connected” está hecho para liberar, para celebrar una unión, no para hacer hincapié en las complicadas circunstancias de la vida.

«Connected» tiene todo lo que tiene que tener la presentación al mundo de un proyecto. Tiene esfuerzo, trabajo, detalles, personalidad musical definida, algo interesante que aportar en cuanto a contenido, te incita a escucharlo más veces, pero sobre todo tenía margen de mejora. Y digo tenía, porque The Foreign Exchange, Nicolay y Phonte, ese chico y esa chica cuyas sombras se besan inocente y apasionadamente a la luz del sol, y que miran abrazados como una estrella fugaz cruza el cielo estrellado, ya no son sombras. Dos discos más de estudio, “Leave It all Behind” (2008 – Hardboiled / +FE Music) y “Authenticity” (2010 – Hardboiled) y un acústico con Zo!, Sy Smith y Jeanne Jolly titulado “Dear Friends: An Evening with the Foreign Exchange” (2011 – +FE Music) les han servido para seguir cruzando límites musicales, conceptuales, y hacer que esa relación madure hasta convertirse en una de las ofertas más atractivas del R&B y nu-soul internacional.

3 comentarios en «Connected: El principio de una historia»

  1. Que bueno. Gran review. CLASSIC!!

    PD: «reflejando un amor joven pero ambicioso, que se tumba en el césped y sueña bajo una noche estrellada ansiando formar parte del infinito» Tras leer eso, todo mis unicornios han empezado a vomitar. xD

    Saludos.

    1. Gracias por el comentario. A mis unicornios tampoco les sentó muy bien al estómago, jajaja. Pensé en quitarlo, pero me parecía apropiado hacer la simbología con el artwork, ¡que para eso hay diseñadores que trabajan el concepto!

  2. Pues a mí sin embargo el primer disco es el que más me gusta, es más sucio, tiene más garra. Leave It All Behind estaba bastante guapo, aunque yo eché de menos que Phonte se echase aunque fuese unas 16 en algún tema. El tercero fue un bajón bastante considerable, quemaron demasiado la fórmula, las canciones eran muy frías, sin alma. Esto nació como proyecto colaborativo con un concepto muy concreto que creo que no da para más, pero con la ruptura de Little Brother yo creo que de rebote acabó por afianzar el proyecto, pero la fórmula la han trillado. Que conste que soy megafan de los dos primeros LPs.

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