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S.L.A.B: cromo y madera para los cimientos de una escena.

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Con medio panorama internacional impregnado en púrpura y la cultura del lean y el «low pitch» asentada en pleno corazón de la costa este, cabría pensar que en Houston viven su mejor etapa desde que Rap-A-Lot echara raíces en la capital tejana. Pero seamos realistas, la historia es completamente diferente, lejos quedan los años en los que nombres como Paul Wall o Slim Thug eran rutina del mainstream tras el exitazo del ‘Still’ Tippin’ de Mike Jones. La falta de nuevos representantes de peso que calen en el público ha provocado que en los últimos años presenciemos como artistas de otras latitudes han adoptado rasgos importantes de esta escena sureña (llegando a desvirtualizarlos en muchos casos) y bebido de los frutos de una de las ramas con más personalidad del rap.

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WELCOME 2 HOUSTON

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Htown no es sólo codeína y tapes en «slowed», si hay un factor tan representativo para la escena de Texas como los dos anteriores, ese es sin duda los coches, o más explícitamente, la cultura del S.L.A.B. Slab es el acrónimo de Slow, Loud & Bangin, un término que se acuñó en el sur de Houston para hacer referencia a un estilo propio de modificación de coches proveniente de la cultura Lowrider de la costa oeste. Pero, ¿qué define a un slab?, ¿qué lo diferencia del resto? Bueno para empezar, la pintura debe ser brillante, más concretamente la llamada Candy Paint, una de las pinturas automovilísticas más caras y que en palabras de Lil Keke: «hace que el coche brille como un jodido resplandor». Y es que que todo brille es un factor muy importante, así que como no podía ser de otro modo el cromo cobra vital importancia. La clave es que tanto las rejillas de ventilación como las llantas sean cromadas o en su defecto doradas. Otro de los elementos más importantes es el Pop Trunk, un sistema que controla la apertura del maletero, el equipo de sonido, la altura de la suspensión y los neones. Por último, cabe mencionar la parte más característica de un slab: las Swangas. Cuando vemos uno de estos peculiares coches por primera vez, una de las cosas que más nos llaman la atención son esas llantas con forma de cono que sobresalen de forma exagerada de la carrocería, bueno, pues precisamente eso son las swangas. En el slang del sur de Texas vamos a escuchar mil veces esa palabra o referencias directas a ella nombrando marcas como Bravus, Superpoke, G-10 o Texas Wild Wheels, aunque también es igual de usual la simple alusión a las pulgadas de la llanta.

En teoría, cualquier coche con las modificaciones adecuadas puede ser un slab, pero para los más puristas lo ideal es elegir un clásico americano de entre los 60 y 80 tipo Buick, Oldsmobile, Lincoln, y como no, Cadillac.

«Welcome to the city of game, pieces of chains and swangs, pop trunk and bang»

· Slim Thug – Welcome 2 Houston.

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THE LEGACY OF C.B. #1: RIDE ON 4’S

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En Houston, Cadillac es sinónimo de slab, no hay un modelo de la lujosa casa americana que no sepa lo que es rodar con la suspensión bajada por las calles de South Park, 3th Ward o cualquiera de las zonas de la capital. Pero de entre todos ellos sólo uno es la definición de slab por excelencia: el Cadillac El Dorado de 1984. A principio de los noventa el rap comenzaba a asentarse en Htown, Dj Screw mezclaba sus primeros cortes y J. Prince comenzaba a hacer ruido en la industria con Rap-A-Lot. Pero no era sólo música, en 1993 un joven apasionado de los coches puso en las calles de Texas el primer slab: un Cadillac El Dorado Biarritz del 84. Su nombre, Corey Blount.

Críado en el Southside de Houston, Corey vivía con su madre en una casa de la esquina del bulevar Martin Luther King en South Park, muy cerca de donde vivían sus amigos Lil’ Keke y Fat Pat (con el que era prácticamente uña y carne), ambos miembros de la S.U.C (Screwed Up Click) liderada por Dj Screw. Con el hambre acechando, la calle se convirtió en la rutina de blount y en la de muchos otros chicos del barrio, con la diferencia de que a C.B. (como le llamaban en su entorno) parecían dársele especialmente bien los negocios y con sólo veintiún años ya había ganado más de cien mil dólares. Con el dinero apretándole los bolsillos y su nombre empezando a ganar peso en las calles, Corey decide invertir treinta y cinco mil dólares en un flamante Cadillac El Dorado de 1984 que llevaba años expuesto en el escaparate de uno de los concesionarios del barrio y frente al que se reunían muchos chavales para admirarlo como un sueño inalcanzable.

Por entonces, la movida de la costa oeste inundaba las calles de Htown como un tsunami, el lanzamiento de «The Chronic» (1992 · Death Row) caló hondo en muchos sectores de la comunidad rapper tejana, llegando algunos a sumarse a la incombustible ola del G-Funk y dando lugar al nacimiento de grupos como los 5th Ward Boyz (respaldados por el productor local Mike Dean). Pero en el Southside de la ciudad el impacto fue mayormente distinto, el debut de Dre motivó a muchos de los jóvenes talentos locales para comenzar a fraguar un estilo propio que diferenciara a Houston del resto de escenas. La primera bombilla en encenderse fue la de Fat Pat.

El rap era el espejo de la ambición, el escaparate perfecto para mostrar con orgullo el fruto de la vida en las calles. Joyas, ropa, armas, dinero en efectivo… era la pura representación material del poder, pero ellos necesitaban algo más, algo más personal, más grande, más brillante, y entonces Pat cayó en la cuenta, coches.

Muchos de los que estuvieron al lado de Corey y Pat en los noventa hablan de ellos como «la mente y el dinero». Pat era la cabeza pensante del dúo, un constante flujo de ideas que posteriormente se vería reflejado en muchas de sus letras. Blount por su parte era el encargado de hacerlas realidad, de llevarlas a la calle, o como lo define Lil Keke: «the man with the money». Cuando Pat le explicó a C.B. todo lo que tenía, su cabeza comenzó a funcionar al segundo. Los coches formaban una parte esencial de sus vidas y para algunos como Corey eran una auténtica pasión en la que se dejaban bastante dinero, eran un símbolo perfecto, y él tenía el mejor de todos.

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«La primera vez que vi esa pintura… Candy Paint ya sabes, fue a un tipo llamado Corey Blount en South Park. Era rojo, rojo candy, rojo candy para todo. Entonces la gente empezó a seguir ese estilo, pero él fue el primero, nuestro primer hombre, él trajo la Candy Paint al Southside. Si querías tener un coche que llamara la atención de todos tenía que ser rojo candy, por aquello de que, ya sabes, el Southside es rojo.» – Mr.Bling Bling (mecánico especialista en S.L.A.B)»

El concepto que C.B. llevó a las calles con el Caddy caló hondo en sus círculos. En poco tiempo casi todos los miembros de la S.U.C conducían uno y en el barrio se empezó a usar el término slab en referencia a su peculiar forma de conducir (casi a ras de suelo) y a la particular pintura de sus coches*. Lo habían conseguido, habían gestado algo importante. Ahora todos los ojos de Texas miraban al sur.

*En este párrafo hacemos alusión al concepto primitivo de slab que en un principio no hacía referencia directa a los coches. Posteriormente, el término evolucionaría durante la década de los noventa hasta convertirse en el acrónimo de Slow, Loud & Bangin.

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THE LEGACY OF C.B. #2: HEART OF A HUSTLER

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Con el paso de los años la figura de Corey se hizo más que trascendental, su propio estilo de vida se había convertido en todo un movimiento, era el rey. La gente comenzó a abandonar los clubs, para reunirse en los parkings donde Blount paseaba de coche en coche aconsejando a cualquiera que quisiera saber más sobre los slabs . Su vida se movía entre dinero, drogas, mujeres y coches las veinticuatro horas, cada pieza que montaba en sus máquinas se convertía en objeto de deseo y su forma de hablar se extendió entre los chavales como una epidemia. La cultura y el lifestyle en el barrio cambió por completo y la cosa no tardó en extenderse al resto de la ciudad.

La fiebre slab impactó con tanta fuerza que el status en las calles acabó ligado al nivel del coche. Tener un Caddy no significaba nada si la pintura y las piezas no eran las adecuadas. Si no podían reconocer tu coche desde la otra punta de una avenida es que no eras nadie. Pero el coche representaba al conductor tanto como la forma de conducirlo. Para Corey, conducir rápido era una muestra de inseguridad y miedo, un slab debía circular lento, mostrando a las calles quién eres y disfrutando al mismo tiempo.

En toda esta amalgama de cánones y normas de conducta que formaban la peculiar personalidad de Corey Blount, Dj Screw fue una pieza clave. Para C.B., conducir un slab debía ser una representación perfecta del estado mental al que inducía la música de Robert Davis, el otro rasgo genuino del rap de Htown. Ambas singularidades acabaron siendo totalmente dependientes unas de otras. Conducir un slab sin los graves de las mezclas de Screw vibrando en el maletero no significa nada. De la misma forma, no existe lugar más idóneo para escuchar sus míticas tapes que sobre el cuero de un Caddy.

«No puedo hablar de Screw sin mencionar a Corey Blount, es su vida la que todos estamos emulando»

· Mike D (Screwed Up Click)

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THE LEGACY OF C.B. #3: WANNA BE A BALLER

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La música se convirtió en el mejor reflejo del nuevo lifestyle tejano como ya pasaba en el resto de regiones de Norteamérica donde el rap había calado hondo. En la S.U.C fueron los primeros, los primeros en conducir slabs, los primeros en hacer de la Purple Drank su droga fetiche y los primeros en extrapolarlo todo a la música, the O.G. cats. Al principio la mayoría de las referencias y cortes de temática slab se encontraban en las tapes de Dj Screw, pero por entonces el famoso Dj de Smithville ni siquiera las vendía y la difusión de muchos de los temas se limitaba a los parkings donde solían reunirse. Desde el año 94 hasta el final de la década fueron viendo la luz numerosos discos y canciones que reflejaban fielmente la cultura del Southside. Comercialmente todo se inició con discos como «Wegonefunkwichamind» (1994 – Rap-A-Lot) de Big Mello en el que se encontraban cortes como ‘Back Do Ashkun’, todo un «slab-anthem» que con el tiempo ha sido tapado por el single del disco: ‘Funkwichamind’, pero cuyo contenido marcaría toda una forma de hacer rap en Houston. Big Mike (de quién os hablamos en ‘Añorando el Corredor de la Muerte: La Caída de Big MIke’) también fue otro de los responsables del salto de la cultura emergente al mainstream con su disco «Somethin’ Serious» (1994 – Rap-A-Lot), en el que da voz a unos UGK que ya empezaban a despuntar.

Como comentaba anteriormente, la cantidad de material que se editó en la segunda mitad de la década de los noventa es bastante numerosa. Cortes como ‘Swangin & Bangin’ de E.S.G, ‘Southside’ de Keke o el himno por excelencia de la cultura slab: Tops Drop’ de Fat Pat son básicos para entender todo. Pero quiero pararme a matizar sobre un corte en particular que, pese a no ser el más importante, si que creo que es clave por, entre otras cosas, el momento en que vio la luz:

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«Front, Back & Side To Side: Super Tight» (1994 – Jive) de UGK fue uno de los primeros discos en los que se empezaba a vislumbrar claramente por donde irían los tiros en los años venideros. Empezando por la portada en la que el dúo posa con la enorme «custom grill» de un Cadillac Seville, las referencias a coches son numerosas en todo el LP, siendo ‘Front, Back & Side To Side’ el corte por excelencia. Dejando a un lado la salvajada de ritmo de Pimp C, el primer verso del tema ya comienza con Chad diciéndonos: ‘I got a ’64 Chevy in my yard, white drop top, pearl paint job is hard’ referencia clara que Pimp hace a los Lowriders de los que bebe la cultura slab. En el verso se refleja perfectamente el caracter transgresor de Chad Lamont, él sabe de donde viene todo de lo que está hablando pero va a hacerlo a su forma ‘I got them sixteen switches like Dre, cuz where i’m from nigga that’s what everybody play’ a lo que hay que sumarle las múltiples alusiones al equipamiento de su coche en conjunto al clásico nivel de ostentación del que hacen gala los artistas del sur: ‘Got to the corner, hit the switch and made it jump, I got the JVC’s and the trigger so it bump. Pero la clave de este corte se encuentra al inicio del verso de Bird (uno de los mejores amigos de Screw) donde dice: ‘Tight interior candy apple red Lex bitch, solid gold snowflakes with the honey gloss and tighter than a sheeps dick. Esta es, si no me equivoco, la primera referencia a Corey Blount editada en un disco, y lo mejor es que ni siquiera hace alusión directa a él, si no al famoso Lexus LS400 del 90 con el que se le veía a menudo. Esto es lo que buscaban desde el principio, el coche como centro de todo, y es que con solo escuchar las palabras «candy apple red Lex», en el Southside ya sabían de quién estaban hablando.

Cuando antes comentaba la importancia de este tema con respecto al momento de su salida me refería a que estamos ante un corte que podría ser perfectamente de mediados de los dos mil, la estructura, las referencias e incluso el beat son un espejo de lo que sería el futuro del rap de Htown, solo que en este caso no hay toda una década de por medio, si no poco menos de un año desde que la cultura se arraigara a la calle.

Tras la salida de «Super Tight» (1994 · Jive), UGK siguió avanzando y acercándose cada vez más al universo creado por los miembros de la S.U.C, siendo su tercer disco: «Ridin’ Dirty» (1996 – Jive), uno de los pilares fundamentales para la «slab culture» y el rap de Texas en general. El respeto entre el grupo de Port Arthur y todo el círculo de la S.U.C era (y sigue siendo) muy fuerte pese a los diferentes matices musicales que les separaban debido al genio de sus dos correspondientes figuras: Pimp C y Dj Screw. Respeto que queda plasmado en cortes como ‘Diamonds & Wood’, en el que Chad abre el tema antes del hook con un ‘Dedicated to them boyz ridin slabs’ y Bun hace referencia al miembro de la famosa crew del Southside, E.S.G: ‘Swang & Bang, peace to ESG and all the victims of the game. Por otro lado, Screw mezcló muchos de los temas de UGK en sus mixtapes e incluso sampleó algunas de ellas como en el caso del Pimp That Pen’ de Lil Keke, cuyos puentes provienen del hook de ‘Pocket Full of Stones’, el primer gran éxito local de UGK.

Actualmente en Texas hay discrepancias sobre el papel de UGK en la historia del rap local. Para algunos son tan O.G.s como la S.U.C por el hecho de que han marcado un sonido y una forma de hacer rap que perdura hasta nuestros días y para otros son un elemento esencial en la evolución pero no pioneros, puesto que el lifestyle reflejado en la música está incuestionablemente atado a la figura de nombres como Dj Screw, Corey Blount o Pat Lemon.

A título personal creo que fuera de debates sobre originators, la riqueza del rap de Htown se debe a la diversidad y las ansias de diferenciación que los llevó, por una parte, a trasladar a terreno propio una música tan personal como el G-Funk y por otra a crear una forma de vida y un slang único que se ha extrapolado mas allá de las fronteras de Texas.

«Candy red with the screens and I’m ridin on cream, mean mugs triple beams, make reality a dream»

· Fat Pat – Tops Drop

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THE LEGACY OF C.B. #4: SWANG

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Pero las consecuencias de llevar este excesivo estilo de vida no tardaron en aparecer. El año nuevo de 1997 Pat Lemon fue asesinado por su mujer de un tiro por la espalda tras una discusión. En el 98, Fat Pat muere de un disparo en la puerta de un apartamento y por si fuera poco, entrado el s.XXI, Corey Blount ingresa en prisión por narcotráfico y Dj Screw muere de un infarto tras haber superado dos más meses antes. Houston se queda sin los pilares de su escena pero por suerte su legado no quedaría en el olvido.

Con la entrada del nuevo milenio comienzan a emerger artistas como Z-Ro, Trae o Devin The Dude a la vez que se asienta la apuesta de los dos Djs locales de «Chop & Screw»: Michael «5000» Watts y OG Ron C: Swishahouse Records. Además de mantener un flujo constante de mixtapes en «slowed» en la calle como ocurría con Screw en vida, Swishahouse lanzó la carrera de tres artistas clave para el futuro de la cultura slab: Paul Wall, Slim Thug y Mike Jones. Las referencias a Caddys y demás factores del particular ecosistema automovilístico cobraron un inusual protagonismo en la música de los artistas del sello de Northside debido en gran medida a un fuerte enriquecimiento del slang. Y es que el slang es clave en la música de artistas como Paul Wall o Slim Thug, la influencia de figuras como Lil’ Keke, Troy o Fat Pat es más que obvia y queda perfectamente plasmada con la abrumadora importancia que cobran los slabs en sus temas. Un claro ejemplo de esto está en el segundo verso de Wall en el corte ‘Sittin’ Sidewayz’, donde encontramos hasta tres referencias claras a slabs en menos de treinta segundos: ‘Still flipping the old school candy Cadillac on swangers […] Big bank take little bank, 84’s and candy paint […] The trunks popped up, my music Screwed & Chopped. Puede parecer irrelevante pero para nada lo es. En la escena de los noventa la mayoría de los artistas del Southside hablaban de Lac’s, 4’s, etc, pero lo normal es que otros factores como la droga (caso de E.S.G. por ejemplo), las armas, etc, compartieran el peso que ocupaba la jerga en los temas. Esto no ocurre mucho en el caso de Paul o Thugga, en cuya música el slang está casi íntegramente centralizado a los coches: Choppin Blades, Grip tha Grain, Bravus rims, Woodgrain, Candy on chrome, Swangs’ n Vogues, etc, etc, etc. La lista de recursos que gastan es casi infinita y sorprendentemente son capaces de conseguir que sus temas te enganchen aun hablándote una y otra vez de lo mismo, lo cual les acabó dando un éxito absoluto.

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Llegados casi al ecuador de la década, Swishahouse edita el recopilatorio «The Day Hell Broke Loose 2» (2002) en el que se incluyó una colaboración entre Mike Jones, Paul Wall y Slim Thug: ‘Still’ Tippin’. La canción se grabó con miras a un primer largo de Mike bajo el sello de Watts y Ron, pero contra todo pronóstico el corte resultó un bombazo enorme, llegando incluso a colarse en las listas Billboard. Visto el éxito que causó ‘Still’ Tippin’ Jive/Warner le ofreció a Jones un suculento contrato para editar su álbum debut. Agasajado por la idea de lanzar su debut bajo el ala de un major label, Mike Jones abandona Swishahouse. Pero no fue el único, ya que, movido por el revuelo que causó el tema, el nombre de Slim Thug también empezó a sonar en los despachos de los sellos, siendo Star Trak, el label de Chad Hugo, quién le acabara firmando un contrato para su primer largo. Finalmente en Swishahouse solo quedó el dúo que formaban Paul y Chamillionaire, aunque el segundo tampoco tardaría demasiado en levantar el vuelo.

Cabe señalar que la figura de Mike Jones terminó siendo clave para la entrada de dos grandes figuras como Paul Wall y Slim Thug en el mainstream, y es que siendo sinceros, Jones nunca fue un rapper con grandes cualidades técnicas, de hecho para mi gusto son totalmente nulas. Pero gracias a ‘Still’ Tippin’ la cultura slab se coló de lleno en un panorama descaradamente regentado por Cash Money, Def Jam e Interscope, llegando incluso a llamar la atención de un talentoso Kanye West que hábilmente introdujo a Paul Wall en su célebre «Late Registration» (2005 – Roc-A- Fella) para colaborar en el tema ‘Drive Slow’. Corte en el que las referencias a la cultura del sur de Htown son constantes y hasta el más que sobrevalorado GLC se atreve a hablar de llantas Bravus y neumáticos Vogue.

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THE S.L.A.B. KING

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No puedo evitar concluir este artículo con la sensación de que me estoy dejando demasiadas cosas en el tintero, la cantidad de artistas geniales que alberga la capital de Texas daría para un monográfico solo con referencias a slabs y su particular slang. Pero por otro lado estoy satisfecho, creo que con este texto se esclarecen muchas cosas respecto a la figura de Corey Blount, una figura trascendental que ha dejado un signo de identidad muy especial en toda una región de Norteamérica y gracias al cual hoy muchas personas se ganan la vida, ya sea como mecánicos especialistas, constructores de piezas o simplemente diseñadores, y eso sin contar todo lo referente a la música.

Hay que ser realista, no sé si en la cabeza de C.B. estaba el llegar tan lejos y que sus creaciones llegaran incluso a protagonizar exposiciones en algunas de las ferias automovilísticas más importantes de USA como Detroit o Nueva York, pero en Htown el respeto hacia él es incuestionable. Al pasar por su antigua casa del bulevar Martin Luther King los slabs apagan los pops trunks, allí no se circula bajo, es una señal de respeto, respeto para uno de los portadores de la corona de Texas por méritos propios, The O.G. Swanger, The S.L.A.B. King.

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