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Retrospectiva: Nicolas Jaar & Darkside

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Se acaba otro año más, otro año de nueva música y nuevos descubrimientos, se acaba el 2013 siendo para mi gusto un año poco fructífero, poco fructífero en cuanto a calidad, porque en cantidad (ya no sé si para bien o para mal) cada año vamos mejor servidos. Razón por la cual he preferido que mi último artículo de este 2013 sea una retrospectiva de la figura responsable del que es para mí, el mejor trabajo del año. Podría haber hecho una review del disco en cuestión, pero al ser un artista que no responde exactamente a los cánones de nuestra web, he decidido hacer un pequeño seguimiento a su carrera de modo que los lectores tengáis una referencia a la que volver si su música os acaba enganchando. Dicho esto, comenzamos.

 

                                                         “The fire outside, It’s  burning up the place, but you´re inside, burning up ahead.”

 

Siguiendo el concepto de la frase anterior, podemos decir que la escena musical actual es una gran hoguera que se consume demasiado rápido, su continua necesidad de combustible hace que no podamos sentarnos a disfrutarla demasiado tiempo. Pero, a pesar de todo ese combustible de mala calidad que disminuye su vida, sí que hay otros que consiguen que durante cierto tiempo, se mantenga estable.  Todo esto no es más que otra forma de ver el ya mascado concepto de “Fast Food Music” que manda en nuestros días, tenemos cientos de videos, mixtapes, LPs, EPs, etc, bombardeandonos a diario. Internet ha cambiado todo, los artistas luchan por no quedarse atrás en una carrera en la que los formatos largos comienzan a perder su sentido y el público obtiene más información de la que puede digerir. Aun así seguimos teniendo lanzamientos como «Yeezus», «Apocalypse» o «Reflektor» que consiguen mantenernos enganchados a ellos durante meses y con toda seguridad durante los próximos años.

Avivando los restos de un 2013 cuya llama no ha calentado demasiado, Nicolas Jaar y Dave Harrington hicieron acto de presencia el pasado mes de octubre con «Psychic» (2013 – Other People), uno de los discos más innovadores y cuidados de los que he podido disfrutar en los últimos años. Pero esto ya se venía avisando, bueno más bien, Nicolas Jaar lo venía avisando.  Desde que se presentara al mundo con su «The Student EP» (2008 – Wolf + Lamb Music),  Jaar ha ido creando una creciente expectación con cada nuevo single o EP, y con solo veintitres años ya se ha consolidado como uno de los referentes con más futuro de la escena.

Originario de Nueva York, vive parte de su infancia en Santiago de Chile para posteriormente volver y asentarse definitivamente  en su ciudad natal. Su padre, el artista conceptual chileno Alfredo Jaar, es una figura relevante en la carrera musical de Nico, ya que sería el encargado de descubrirle a artistas como Keith Jarrett o Miles Davis, a los que Nico adoptará como sus principales influencias. Deslumbrado por la capacidad técnica para la improvisación de figuras como las anteriormente nombradas , Nico comienza a sumergirse en el mundo del piano y a gestar su propio estilo.

Con solo diecinueve años funda el sello Clown & Sunset junto a Nikita Quasim y Soul Keita, a los que conocería en un viaje durante su época como estudiante de Literatura Comparada en Long Island. En agosto de este mismo año, el sello se rebautiza bajo el nombre Other People.

Definir la música de Nicolas Jaar no es fácil, su sonido a medio camino entre el deep house y el downtempo deja patente una personalidad musical muy fuerte.  Pese a no tener nada que ver musicalmente hablando, Nico tiene un punto en común con otros productores como Burial o Amon Tobin , la atmósfera. Para cualquiera de ellos los efectos y su particular atmósfera son un órgano vital sin el que su música no podría subsistir, y es que precisamente uno de los rasgos que más caracteriza la música de Nico es su forma de introducirnos de lleno en dicha atmósfera, su principal arma para ello es sin duda el piano.

Y es que el rol del piano en las producciones de Jaar suele ser bastante dispar, no siempre es el protagonista y en muchas ocasiones su presencia sigue la inercia de otros instrumentos sobre los que recae el peso del corte, pero es sin duda a través de éste donde Nicolas nos deja ver su lado mas jazz. Los mejores ejemplos de ésto se encuentran en su LP debut «Space is Only Noise» (2011 – Circus Company).

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La primera vez que escuché este disco pensé que tenia ante mi un disco bastante extraño, había demasiada información para procesar en cada tema, y no porque fueran especialmente complejos o con multitud de capas, si no porque el nexo que unia cada uno de ellos era algo difuso. Con cada nueva escucha te percatas de que aunque se entremezclan multitud de géneros indiscriminadamente en cada track, la ejecución de todos y cada uno de ellos es genial. El amor por lo digital impregna cada uno de los elementos que lo conforman, no hay instrumento, muestra, ni voz sin tratar, lo cual contribuye enormemente a la identidad de este personal “espacio” creado por Nico.

Space is Only Noise es un derroche musical y técnico, la consolidación de Nicolas Jaar como una de las figuras a tener en cuenta en el futuro, pero es momento de sumar el elemento restante a la ecuación.

En plena gira de Spaces is Only Noise, Nico decide contar con un tercer miembro de apoyo para sus lives, su acompañante hasta el momento Will Epstein le recomienda llamar al guitarrista Dave Harrington al que ya conocen de la universidad, durante la gira Nico y Dave deciden formar lo que hoy es Darkside. La primera referencia del grupo, «Darkside EP», sale a la luz el diecisiete de noviembre de 2011 bajo el sello de Nico, Clown & Sunset. Los tres cortes que lo componen tienen una fuerte influencia del blues y el rock de los 70 y a Dave como principal protagonista. De primeras me sonó bastante a Space is Only Noise en varios aspectos, aunque el trabajo de Harrington le da otro tinte a la historia. Un buen debut que poco tiene que ver con lo que será el primer LP del conjunto neoyorquino, Psychic.

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Si las estructuras simplistas, los chopeos, las vocales filtradas y y el foley mandaban en Space is Only Noise, en Psychic tenemos prácticamente todo lo contrario. La densidad de cada tema es abrumadora, lo sintético manda, no hay rincón del campo estéreo desaprovechado y una vez  más el amor por lo digital queda patente.

Desde el instante en que arranca “Golden Arrow” nos sumergimos en otro “espacio” muy diferente al visitado en Space is Only Noise, el sonido roza lo psicodélico y lo que antes era orgánico ahora es puramente eléctrico, los once minutos que dura el mencionado “Golden Arrow” nos sirven para situarnos perfectamente en la temática del disco. La primera mitad del corte nos lleva a través de una atmósfera de sintetizadores y efectos que se rompen en los límites de un amplio estéreo hasta desaparecer y dar paso al segundo tramo en el que Harrington toma protagonismo implantando un pegadizo riff que se empasta perfectamente a los sintes de Nico. Destacar también “Heart”, el corte más “rockero” del disco guiado por un Harrington que enlaza fraseos melódicos llenos de reverb junto a unos inspiradisimos pads de Nico, “Paper Trails”, con su hipnótica línea de bajo y la profunda voz de Jaar, o “Freak, Go Home”, un track que podria haber salido perfectamente de una colaboración entre The Doors y Shpongle.

Pero los méritos de este combo productor/guitarrista no acaban con los cuarenta y cinco minutos que dura el disco, de hecho lo que principalmente más me llamó la atención es su fabulosa puesta en escena, consiguiendo que cortes como “Paper Trails” ganen mucho en directo. Para mi ésto tiene un valor indiscutible porque no es fácil crear de un disco de tal complejidad, un directo tan interactivo, y por si fuera poco, mejorarlo.

Y es que en esta época de medios sin filtro cegados por estéticas, de artistas más preocupados por los plays que por su sonido y de bombardeos constantes de información sin anestesia, no viene nada mal un poco de música de verdad, ajena a estéticas, cuidada desde la raíz y desprovista de toda necesidad a ese reconocimiento vacío que reina hoy en día en las redes.

Para terminar os dejo como curiosidad una mixtape en la que el grupo remixea todo el último disco de Daft Punk al completo con un resultado realmente bueno y diferente al original.  Feliz año nuevo a todos.

1 comentario en «Retrospectiva: Nicolas Jaar & Darkside»

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