Con motivo de la retrospectiva de Freddie Gibbs, hacemos un alto para dedicarle un espacio en una de nuestras secciones fetiche. El tema que nos ocupa perfectamente podría haber ocupado un 7” & 12”, pero ubicarlo en esta sección nos permite hacer una breve presentación de Mexican With Guns para que os deleitéis aquellos que no habéis tenido el placer de escuchar su música. La versión original es chillin’. Un sintetizador con tintes de sol del oeste estadounidense poniéndose entre una densa nube de weed & Phillie con los hielos sonando en la copa de balón. Desde el sofá de cuero, con las hoes al lado (no se malentienda esto como un comentario misógino), todo en orden y tranquilo. El sinte se sustenta sobre una batería de tempo lento y sin apenas fuerza compuesta por un charles electrónico con repetición que pasa prácticamente desapercibido hasta desaparecer, un bombo muy suave, unas palmas sin pegada, y entre ambos elementos que marcan el ritmo un golpe de una caja sintética a contratiempo. Una estructura perfecta para que el estilo de pedal deportivo de Gibbs pueda fluir de forma natural. Es elegante, de un playa con clase, sensación que se completa con el estilo de California Pudd, tanto en la sensibilidad del puente como en la cadencia suave de su rapeo. El beat sencillo de James Price parece estar hecho para lucimiento de los mc’s, algo sencillo para que ellos le saquen el partido.
Mexican With Guns es el alias de Ernest Gonzales. El productor experimental de San Francisco usa este alias para firmar los remixes, y como excusa para poder calzarse máscaras mexicanas en sus directos bajo ese alias. El estilo de Ernest viaja desde el rap al downtempo, house, glitch, dubstep y todas las etiquetas contemporáneas relacionadas con la electrónica que se te vengan al a cabeza. De disco, de club, de calle, o de rave. No tiene límites, puedes repasar “Natural Traits” (2012 – Friends of Friends) y volar por la cantidad de sonidos y atmósferas dinámicas que te plantea, o irte a sus primeras referencias y explorar lo mismo, atmósferas como la de Navigating o la de Dancing in the Snow, que te absorbe y te teletransportan a pequeñas parcelas del cerebro de Ernest, dónde sólo existe su mundo.
¿Pero qué pasa cuando entras en la parcela mental de Mexican With Guns? Entramos a esa parte de la cabeza de Ernest que seguramente su madre no apreciará tanto. Entramos al desparrame, el caos, la fiesta, la destrucción, el sexo… Una personalidad perfecta para reenfocar el ambiente chill del corte de Freddie & California Pudd. No sé por qué parte ni en qué momento se establece el contacto de Freddie con Ernest (o viceversa) pero en 2011 ya habían hecho alguna cosa juntos como Highway to Hell en “2011 Promo” (2011 – Autoeditado) de Mexican With Guns dónde también aparece Bun B. Allí ya se podía escuchar que la combinación Mexican & Freddie With Guns sonaba bien y conjuntaba a la perfección.
El remix de Playa tiene un enfoque muy distinto al original. Ante la simpleza del original, en el que apenas hay cambios de secuenciación, el remix de Mexican With Guns está construido para engancharte poco a poco. Entra una percusión de bombo rápido, caja metálica rompecaderas rellenando loop, y la caja que marca el ritmo recogiéndose en un reverse. Sobre esa percusión, un sample vocal -I keep it pimpin’ playa, I keep ti pimpin’- repitiéndose continuamente. Redoble de timbales, y párrafo de Gibbs. No es un loop repetido sobre el que rellenar como el beat de James Price, sin que este análisis suene a desmerecimiento, por supuesto. El hecho de trabajarlo como un remix, te permite jugar más con las voces y las estructuras, a la vez que produces, arreglas. Entra una guitarra que parece hacer preguntas a Gibbs, esperando que este las responda sobre la batería. Deja correr las primeras dieciséis barras, y la caja metálica entra a modo de charles para empezar una acumulación progresiva de capas. Deja correr a Gibbs ocho barras, y entra un shaker que te mueve mientras que el fraseo del a guitarra queda completo rellenando el compás entero. MWG ya te tiene dónde quería, con ganas de botar. Sigue añadiendo capas de percusión (más frecuencia en timbales y algunos redobles), te relaja con unos cambios en la secuenciación que ralentizan la velocidad, y un sintetizador sucio entra acompañando la parte de estribillo de Gibbs. Para el puente de California Pudd mantiene la velocidad ralentizada, para volver a acelerarla con su rapeo y esa caja metálica moviéndote de lado a lado continuamente. El cambio para el segundo estribillo y para el cierre es la forma que tiene la parte oscura de Ernest de decirte “levanta la aguja, y vuelve a ponerlo”.