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Nacho Picasso & Blue Sky Black Death Pt. 2: Unión Cinematográfica

NP BSBD Covers

2011: For The Glory

2012: Lord Of The Fly

2012: Exalted

“I’ve been a bad guy since my dad died / I’ve been a bitch dream since I was 16”

Tanto el corte como el vídeo del primer tema de los trabajos de Nacho Picasso & Blue Sky Black Death nos sirve para introducirnos en la música del combo. Lo primero que se ve en el vídeo es el logo de They Shootin Films, la productora audiovisual de Kingston de BSBD. Eso nos hace ver que el dúo de productores no sólo se conforma con poner la BSO de la vida de un personaje tan peculiar y carismático como Nacho Picasso, también quieren poner imágenes a su trastorno. Como comentamos en la introductoria primera parte del reportaje, Kingston y Young God habían comenzado a adaptar la característica cinemática que conseguía su música estructurada con muestras superpuestas, al uso de sintetizadores y VST’s para conseguir esa misma sensación. En el ritmo de Bad Guy hay un sinfín de capas y patrones tanto en la melodía como en la percusión que te hacen pasear por sensaciones como quién está viendo una película, pero al contrario que en “Third Party” y “Noir” (2010 -2011 Fake Four Inc.) las sensaciones son mucho más asfixiantes.

Aquí es donde entra la figura del productor Raised Byy Wolves. No aparece acreditado en las portadas, ni cada vez que se cita ninguno de estos trabajos, pero su nombre aparece en la letra pequeña. Raised es un productor y músico de Seattle, miembro de MoorGang, la clicka de Nacho Picasso a la que también pertenecen Jarv Dee y J Byrd the Low Life, que quizá puedan ser los miembros más conocido fuera de la escena local por sus feats con Nacho. A su vez, Raised participó considerablemente también aportando arreglos musicales al disco “Noir” de Blue Sky Black Death, lo que me hace pensar que seguramente sea la pieza que haya conseguido ensamblar ambas auras creativas. Puede que este hecho se constate en que su presencia en «Exalted» disminuye considerablemente, cómo si ya no hiciera tanta falta su intervención. Reconocidos ya los responsables principales de dirigir la BSO de Nacho Picasso, como si de John Williams o Jerry Golsmith se tratase, volvamos a hablar de su película.

«That’s Nacho friend, that’s Nacho bitch / see the world a lot different through Nacho’s lense»

La introducción del personaje de Nacho conduciendo y mirándose al espejo con la camiseta llena de sangrientas siluetas de mano, se basa en sintes graves y medios, como si no hubiera luz. Tras un párrafo lo que parece una muestra de guitarra da paso a un piano y una voz, y en el siguiente compás introducen un piano agudo a la par que Nacho tirar un identificativo name droppin’ de supervillanos –I’m a villain like Lex Luther, Doc Oc, Eddie Brock, Sabertooth, Juggernaut– como si el personaje se empezará a presentar por completo. Al final de esas barras también hay un arreglo dónde se calla el beat y añaden otra capa que no había sonado antes y mantienen el beat hasta el estribillo, acompañado como es lógico de los necesarios arreglos añadiendo capas. A la vez que con el objetivo nos enseñan a Nacho, superponen continuamente otras imágenes y grabaciones que con el uso de filtros y modificaciones de la luz y el color te introducen en la psicodelia y caleidoscópica mentalidad y personalidad de Nacho, sea por el trastorno del personaje, sea por el consumo de drogas. El mismo recurso visual que musical. Para la segunda estrofa añaden una capa más de sintetizador y un par de charles, y Nacho secuestra a una chica tras limpiar el cuchillo y fumar un blunt. Nuevas capas se siguen añadiendo, y en el segundo estribillo añaden más que en el primero, cómo si ya hubieran presentado distintas características del personaje de Nacho.

Lavamanos

El cierre empieza con únicamente el charles rápido y un tambor como percusión, hasta que poco a poco van añadiendo algunas de las capas del beat, no todas, como si parte de esa personalidad de Nacho se fuera al lavarse las manos como Poncio Pilato. Aquí tenemos otra de las claves de la lírica de Nacho, y también de todo el concepto gráfico desde los artworks a los videoclips, la mitología y lo religioso. No sólo se basa en fáciles comparaciones atribuyéndose cualidades –Everything I touch turn to gold, King Midas / Got the hole world in my pain, arthritis-, sino que lo lleva más allá y se ve a sí mismo como una deidad que se codea con otras divinidades, una suerte de Dioniso tatuado que pasea sus esclavas –I’m having orgies in the name of Dionysus / My African’s the nicest even though she smell like spices– como relata en la entrada de For The Glory o cómo se imagina en Swap ‘Em OutPalace in Persia, whole floor full of virgins / I should get a chain that says: Do Not Disturb. Nacho se ve como un dios rodeado de putas, y sí, hablamos de putas porque son muy escasas las barras en las que Nacho alabe actitudes de la mujer, o reivindique sus derechos, pero más que una actitud misógina, es una cuestión de caracterización de su personaje o persona, no tiene que ver tanto con que piense que la mujer es inferior como género, como con que piense que él es superior al resto y todas las mujeres van detrás de su gran herramienta (como no podía ser de otra forma en un rapero) negraEgo so big, I don’t need no co-stars. Eso no quiere decir que uno sea amante de cortes como Rammin’ u On A Bitch, algunas líneas no sólo de estos temas me parecen ofensivas, pero es parte del personaje de Nacho, y como tal, requería citarlo.

“Octopussy’s tentacles wrapped around my genitals / Takin’ shots of pinnacle, I’m toasting to my testicles”

Las referencias, comparaciones, y el name droppin’ son el recurso lírico por excelencia de Nacho Picasso, teniendo el ejemplo más exagerado DMT en donde juega con numerosas siglas que riman fonéticamente. Se podría hacer una analogía entre su cuerpo tatuado y la estructura lírica de sus barras, y por lo tanto, sus canciones. Entre los tatuajes de Nacho se pueden distinguir un bandolero del oeste atracando un banco, calabazas de Halloween, la actriz Pam Grier, protagonista de algunos films del género blaxploitation como «Foxy Brown» (1974 – Jack Hill), o referencias a los comics como el tatuaje de Bishop (miembro de la Patrulla X), la araña de Spiderman, o una calavera rodeada de fuego que perfectamente podría ser el Motorista Fantasma. Sus canciones son su cuerpo en dónde él tatúa imágenes haciendo constantes referencias, no sólo a la mitología y religión como ya hemos comentado, sino también a sus principales influencias: la televisión (con todo lo que implica desde el cine a las series y programas televisivos), los cómics, y la música. En resumen, los pilares culturales sobre los que se ha sustentado, y en cierta parte se sigue sustentando, la identidad y la cultura americana.

Nacho Picasso tatuajes

Nacho no deja de ser al fin y al cabo, un hijo de América, un producto de las virtudes y perversiones de una nación. Un chico de un barrio de Seattle que se refugió en los universos de Stan Lee y en las sitcoms y series de dibujos animados, como Las Tortugas NinjaWatching Ninja Turtles II: Secret of the Ooze / With my Steven Urkel frames and my custom-made shoes– con un tema dedicado al supervillano de la serie Master Shredder, los Looney TunesI’m Rick James and James Dean, all mashed together / Make niggas duck like Bugs Bunny And tarred feathers-, el malo de Los Pitufos Gárgamel, o Bart Simpson entre muchas otras. En resumen, un chico que creció marcado por la muerte de su padre y la educación, seguramente permisiva, de su madre rastafarai que le permitió crecer todo el día enganchado al televisor, leyendo comics y fumando hierbaSince my dad died the drugs made a difference. El reflejo y el contexto en el que se crio aquel niño, probablemente llamado Nacho, que ahora ha tatuado su cuerpo, ha puesto oro en sus dientes, y se ha convertido en un supervillano misógino apellidado Picasso –Rotten looks, kinda crook, smoking reading comic books / I’m a modern marvel, my whole kitchen marble / I might have lost my marbles but I still got my Marvel.

“Haile Selassie with a splash of Marcus Garvey / I’m John Belushi meets Chris Farley when I party”

La influencia de la cultura rastafari como ya hemos comentado le viene de su madre, y tributar a Haile Selassie en la atmosférica canción de mismo nombre es el mejor ejemplo de ello. Como se puede deducir de sus barras y de los clips con toda esa variación de colores y formas, las drogas están muy presentes en la vida y la rutina creativa de Nacho. No obstante, y a pesar de los name droppin’ a los que se suman también por ejemplo Bob Marley, el discurso de Nacho está bien lejos de la cultura rastafarai y se estanca en el banal consumo por diversión o por aburrimiento, sin profundizar en lo espiritual del movimiento rastafarai o en el afrocentrismo. Ésta es quizá la mayor pega, junto a sus barras que hablan de mujeres, que un servidor le encuentra a sus líricas. Si hubiese tenido más profundidad en el tema racial, más allá de algunos name droppin’ sobre líderes espirituales y políticos del movimiento negro, o de citar el modelo de coche de O. J. Simpson, Nacho sería un villano con el cual te podrías identificar profundamente.

Pero la hierba no es la única droga a la que Nacho hace referencia: alcohol, járabe, y cocaína también aparecen en sus barras y en su vida, pareciéndome especialmente curiosa su manía para comparar a la cocaína con actrices pálidasShe off that white girl, Susan Sarandon- como dice en Bad Guy, o –Selling Barbra Streisand my car look like Iceman– como relata en NumbNuts respaldado por una puerta de acero con simbología aparentemente religiosa.

«All the drugs I abused and I’m still not amused»
«Where the dope boys go, when they die? / We don’t go to heaven, we live so fly”

Blue Sky Black Death

Volviendo a la música de BSBD y Raised By Wolves, en muy pocas ocasiones encontraremos muestras o composiciones orgánicas en los beats como en el de NumbNuts. La mayoría de ellos se construyen sobre la capas de sintetizadores para trasladarnos al mundo oscuro de Nacho, y que las distintas programaciones y melodías nos transporten de escena a escena, de fotograma a fotograma de su vida. En este disco se ve más la influencia del oeste y el sur en la música de Blue Sky Black Death, y quedan prácticamente olvidadas las estructuras progresivas basadas en samples que comentábamos en la primera parte y que emanaban del legado de Dj Shadow o RJD2. Cambian la progresión por la sucesión de patrones de sintetizadores como el solo de piano al final de Rammin’, la evolución de la estructura de Lost Boys, las variaciones de segunda estrofa en Tutankhamun o I’m a Greek God… Pero aun así, aunque en algunas canciones el resultado a mí gusto es realmente bueno como en Sweaters, Bud Guy, 4th of July (aunque está producida por Raised en solitario), Joey Gallo o Tree Tops (por citar algunos ejemplos), sí es cierto que se echa de menos cierta modulación en los sintetizadores que les añadiera más vida y dinamismo, siendo quizá el inicio de Phantom of the Opera el sintetizador que más se transforma, con el cual por cierto consiguen perfectamente la sensación fantasmagórica que exige el tema.

Los sintetizadores agudos y las baterías antagónicas al boom-bap de Staring At The Sun. La influencia de la west-coast en Burning Bridge. Las trompetas de Moor Gang. Los toms de Walkman y los bombos de Bloody Murder. Los redobles de caja y los efectos en la voz de Swap’ Em Out, o los de la segunda estrofa de Luca Brasi. El uso de los charles en prácticamente todos los cortes… Todos son elementos diferenciadores con respecto a su anterior sonido, y denotan que en el trabajo codo con codo que realizaron con Nacho Picasso, los tres productores de Seattle necesitaban trabajar a partir de otras influencias alejadas de la corriente ortodoxa neo-yorkina.

Nos quedan dos aspectos por tratar, uno es el estilo de Nacho, que nos va a servir para hablar de la última faceta a destacar de su liricismo: el humor. Su tono nasal, sus gafas, su forma de gesticular, su forma de pronunciar cada sílaba como en Luca Brasi, le sitúan a medio paso entre un tolai y alguien que tiene pinta de estar lo suficientemente loco como para hacer una barbaridad. Es el estilo perfecto para representar esa mente de high supervillain que respaldan sus letras. El principio de Phanthom of the Opera es uno de los mejores ejemplos –This part of Washington only breeds the bad apples / I got a bad bitch married in a black chapel / I got a fat bitch married her in White Castle / Congratulations asshole fuck your graduation tassel. Pero no sólo lo refleja en las barras, también lo hace muchas veces en el estilo con el que rapea, como el clásico amigo borracho que ameniza las vueltas a casa, como en la misma Phantom of the Opera, o en Surf Nazis Must Die y Scooby Snacks dónde incluso parece que Blue Sky Black Death se añade a dar cierto tono de humor a la música para que ensamble con el tono de Nacho.

Así es como Nacho consigue cierta musicalidad en su tono, que sin llegar a cantar (aunque en Staring At the Sun lo haga) consigue que no suene lineal a pesar de lo pausado que es.

«Got mob ties, like Mob Wives, I’m traumatized, Steve Jobs died»
«I’m from the ghetto but we live in a utopia / fuck a iPhone, I did it since a Nokia»
«My father’s Dirty Harry, my mother’s Bloody Mary / I don’t believe in fairies, police are Tom & Jerry”
«I really need a line and my mouth some detergent / I hope your snap-back gets smacked by some bird shit»

Te puede gustar Nacho Picasso y su colorida gama de atmósferas, cómo sí de dibujos de comics o alucinaciones psicotrópicas se tratara, y te puede gustar la forma en que su rap ensambla con la música de Blue Sky Black Death y Raised Byy Wolves. Te puede gustar su universo personal construido a base de referencias tan dispares como Spike LeeMary Jane Watson, Ice T, Charlie Sheen, Conan, Edgar Allan Poe, Gucci, Weeknd, el David de Miguel Ángel o Mario Bros. Te puede aburrir, e incluso te puede resultar un recurso bastante facilón ya que no siempre las comparaciones están rebuscadas (a mí al menos en ocasiones me lo parece), y puedes odiar la misoginia  de su personaje, pero de lo que no cabe duda es de Nacho Picasso es un artista con personalidad no prefabricada (a no ser que lo sea por la cultura mediática estadounidense) y que con el amparo musical de Blue Sky Black Death y Raised Byy Wolves ha conseguido que esa personalidad creativa se refleje sin borrones (únicamente con los que te puedan causar las drogas) en el imaginario de la audiencia y el consumidor.

Que no estamos ante las obras más creativas y virtuosas de Blue Sky Black Death también es cierto, pero también lo es que la creación no siempre ha de sustentarse en complicadas estructuras compositivas. En ocasiones ha de ser funcional y, cumplir un objetivo, y con la ayuda de Raised Byy Wolves, el dúo de Seattle se ha convertido en parte imprescindible de la gestación de la identidad musical de Nacho Picasso, y eso no pueden decir todos los productores de cualquier mc. Ahora mi curiosidad espera a ver si en ese cuarto volumen que verá la luz el año que viene, se mantiene la línea de estos tres trabajos, los cuales se te pueden hacer algo monótonos según tus gustos o nivel de atención, o bien deciden darle una vuelta al invento y sorprendernos con algo. Esperaremos hasta entonces.

Blue Sky Black Death suenan en…

Nacho Picasso suena en…

Nacho Picasso & Blue Sky Black Death suenan en…

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