Dado que no son dos artistas especialmente mediáticos, antes de entrar de lleno al disco sería necesaria una breve presentación de ambos bostonianos. Moe Pope es un mc que curiosamente empezó su carrera en San Francisco en el grupo Mission: junto a Raashan Ahmad y el productor Headonic. Editaron el disco «One» (2001 – Insidious Urban Records), y después Moe Pope volvió a Boston abandonado el grupo, que pasó a llamarse Crown City Rockets (quizá este nombre os suene más) con algunas incorporaciones a la formación como la de la teclista Kat Ouano que venía colaborando habitualmente con Missión: Su carrera continuó en Boston cuando se juntó a varios músicos de la zona como el productor Insight o los mc’s Anonymous o Raheem Jamal formando el grupo Electric, que publicó “Life’s A Struggle” (2004) con Sun Moon Records. Con parte de ese grupo formó luego Project Move, y su nombre empezó a moverse a mayor escala tras el lanzamiento de “Love Gone Wrong/The Butterfly Theory” (2006) también con Sun Moon. Si eres amante del sonido jazzy deberías investigar esas referencias, especialmente las dos últimas. En 2008 volvió a conectar con Headonic y publicaron «Megaphone» (NatAural High Records).
Su relación con Rain empieza en 2010, cuando ambos trabajan en un trabajo conjunto que publican ese mismo año llamado “Life After God” por Brick Records. Un trabajo de corte mucho más clásico en cuanto a las producciones, en el que aparecían dos de los peces gordos de la escena de Boston como son Edo G y Reks. El álbum fue catalogado en iTunes como uno de los diez mejores discos del año y el Boston Herald’s lo consideró el mejor disco local de hip-hop. En 2011 Rain y Headonic reversionaron el disco muestreando únicamente canciones de Depeche Mode. El resultado es “Depeche Moe” que seguramente abrió paso a algunos enfoques reflejados en el disco que hoy nos ocupa. Mientras ambos trabajaban duro en “Let The Right Ones In”, Moe Pope todavía tuvo tiempo de colaborar con la marca de ropa Annie Mulz y lanzar para libre descarga “Stampeding Elephants” dejando intuir en algunos cortes por dónde iban los tiros del disco en el que trabajaba junto a Rain como en Dead Kennedys junto a Slaine, y despidiéndose en otros del sonido clásico que llevaban trabajando unos años como Prince. Esta trayectoria se ha ido premiando con nominaciones consecutivas durante los últimos seis años a los Boston Music Awards, hasta que a finales del año pasado Moe Pope & Rain ganaron el premio en la categoría de hip-hop. Al equipo hay que añadir, aunque no aparezca en las portadas, la figura de Chris Talken, quién forma parte del disco colaborando en las voces y parte de los teclados. Presentados los arquitectos, podemos hablar de la obra.
Moe Pope & Rain «Let The Right Ones In»
2013 – Brick Recordings
En esta época de lo que algunos llaman «reminiscencia noventera» con pésimos, banales, decentes, y excelentes resultados en la continuación de aquel sonido, viene bien “desintoxicar” con enfoques de aquella esencia desde otras perspectivas. Cierto es que es absurdo hablar de una reminiscencia noventera cuando el legado compositivo y estructural de tan amada época ha perdurado y lo sigue haciendo durante las siguientes décadas. No hubo ninguna desaparición como para hablar de reminiscencia, pero ese es otro asunto que ya traeremos a debate. En «Let The Right Ones In» Moe Pope & Rain montan un mundo sonoro con un claro sonido clásico, a pesar de que el único sample son las trompetas que introducen Meet Joe Black. La gran parte de la música pasa por los sintetizadores de Rain, y aunque la síntesis parece pasar con disimulo por el rollo boombap de gran parte de las baterías (muchas de ellas reales) es realmente esa capa armónica la que consigue dar plena identidad al disco. Gotham es la presentación perfecta del concepto, y no es casualidad que se llame como la sombría y corrupta ciudad que salvaguarda Batman. Moe Pope te introduce en sus sentimientos cuando está en esa ciudad de sonido –Gotham’s got a King now, somewhere in between the love / they’re hoping that the voy will drown astounded by the heart that he’s possessing while he’s making sound- y el beat te expone el resto de elementos del disco. Abre la puerta la síntesis de Rain batería incluida, y al poco entra Moe Pope. Cuando acaba el párrafo entra el violin de Liam Buell acompañando por las distintas capas de voz de Julia Easterlin, que se apoya sobre un loop de batería de corte boom-bap que no acaba de entrar. Gotham representa la síntesis como elemento vertebral del álbum, la instrumentación real (muy presente a lo largo del disco) como aditivo a la síntesis, y la colaboración de cantantes que den a los ritmos de Rain la musicalidad que Moe Pope no consigue a pesar del estilo dinámico y entonaciones ocasionales. Entra a Gotham.
Moe Pope
Meet Joe Black es la presentación de Moe Pope, representado en la muerte en ambulancias, en tiroteos entre bloques, en la retorcida y calculadora mentalidad de los asesinos en series, el cáncer, los tsunamis… y cara a cara -If you wake up in the morning and a ghost is approaching with a couple of your folks / Don’t be scarty, I’m just tryin’ to bea a host and put you with the people, that you were loving the most-. Moe Pope -aka Joe Black– cierra la estrofa haciendo una metáfora con los clásicos, y en ocasiones cansinos, imaginarios competidores del rap –You’ve been approached by the angel of death describing what happens to a mic in depth / or mc’s who wanna waste their breath or anybody else trying to say they’re next. Teniendo entorno y personaje, está establecido más o menos el contexto, misterio y muerte como en la película sueca de mismo nombre que el disco dirigida por Tomas Alfredson. A pesar de ello «Let The Rights On In» no es (ni pretende) ser un disco de storytelling, ni un disco que sólo hable de muerte. Es más bien una metáfora de lo que representa ese disco dentro del espectro musical del rap. Es un ambiente, que no sólo se refleja en el sonido, también lo hace en la edición física tan cuidada. No es de extrañar, pues Moe Pope también es pintor. No es un liricista de los que me hagan tilín, pero eso no quiere decir que no sea bueno a pesar de su obsesión con King-Kong que encabeza el podium de name droppin’s. Tiene algunas estándares temáticos del rap como el egotrip de Buhboom -And I know hat you thinkin’, This ain’t Wilco, this ain’t the Fleet Foxes, «Who the fuck is MOE POPE?»-, Hot Sauce, la pegadiza What You Need Pt.1 –I’m glitterin’ papa, the infinite outisder, brandishing my fly, the flow is enormous- u Outisders dónde colaboran el también mc de Boston Boycott Blues y Blancastan.
Aparte de la mencionada Gotham, los cortes en los que Moe Pope me llama más la atención son Pressure, Last Song, Lately y Flatline. En Pressure, Rain pone a Pope y Casso un ritmo perfecto para la presión, con un estribillo agobiante que se relaja para los fríos párrafos de ambos mc’s. –Lights on ave is flashin’, the puncture holes, had overflowed, the crimson pouring at him, his soul arose, his body’s colder now the sirens blasting, the villain giggles and somewhere a devil’s probably laughing. Moe Pope no sólo tiene ego, sino que también deja espacio para las vivencias urbanitas de esa oscura Gotham, como en Last Song dónde se vuelve a ver esa presencia de cantantes con la colaboración de Jake Mehrmann (Tan Vampires) y Aly Spaltro aka Lady Lamb and the Beekeeper, quién también gano Boston Music Award en 2010 a la mejor cantante de folk –Nigga’s raping their babies, fucka’s hittin’ their ladies, babies havin’ their babies for government checks / Tek’s hittin’ the hands of those runnin’ the block, where they peddle the rock, but they reppin’ the block / but they shootin’ the block, so they callin’ the cops, they just sit and they watch, they’re part of the problem. Lately va sobre uno mismo y el esfuerzo que supone tirar para adelante con todo, cuando ya no eres un crío y la vida empieza a exigir responsabilidades –No gold chains, no new rings, this is me and mine givin’ them what truth brings / gotta pay the bills, homes to build, love to make, hearts to heal, kids to raise / mics to kill, so let me introduce myself as the real- y quizá esa firmeza y seguridad permitan afrontar lo que viene por delante. Eso es Flatline, un mensaje perfecto de para cerrar un disco, –And I know when I go there will be some doors opening… Where I go, cierra la cantante Tea Leigh.
Aparte del egotrip y el análisis urbanita, hay varios temas a los que Moe Pope recurre en el disco en varias ocasiones. A su familia y su hijo -I’m just tryin’ to find a little light inside the music, that I’m making for the world and stack a couple dollars for my wife and baby girl- la lucha social -It ain’t revolution without a bit of the violence, seek the truth, and we’ll be sure that you find it- name droppin’ de Frank O’ Hara incluído -Frank O’Hara poems, and a little bit of cocane, words in the sky look like invisible airplanes-, el streetwear -Furry cap Kangol, gat bringer outter- y de forma más frecuente a algunos de los clásicos del rap (ahí tenemos otro guiño a los noventa), el graffiti, o el cine, dejando constancia de la gran influencia de estas tres disciplinas artísticas en su vida, en su estilo, y como demuestra también el concepto gráfico, en este disco.
RAP
“Peter Piper picked peppers, and Moe rocked rhymes, Boogie Down was performin’ while the Wu did crime, while the Seen Piece glowing in the bright sunshine»
«You know that Nas told ya that the world is yours If you want that, go get it»
«Ladies hot and ready like the cherry on the reefer, I think I like ‘em thicker, like the body on Latifah»
«Spitting on the mic, while she checkin’ my melody like I remember Tip, when he gave me the remedy«
“We playing cops and robbers, Tip on Midnight Marauders”
GRAFFITI
«The Dondi White of this rap speak»
«And yes they’ll fall when writing my name in graffiti on the wall»
«Spray can in the hand for those who want Ramo»
(ésta también valdría para cine)
CINE
«Sydney Pollack on the cheek, throwing ladies a kiss»
«Half Donnie Yen, half Donnie Wahlberg, project kid kickin’ an african proverb»
«I’m Soda Pop Curtis, finesse a body frequent»
& Rain
Ya he confesado alguna vez mi debilidad por los combos mc & beatmaker dónde el beatmaker lleva la batuta y no es sólo un mero nombre. «Let The Rights Ones In» es de esos. No obstante, y como es de cortesía, presentemos primero a los beatmakers invitados. Headonic, de quién ya hemos hablado antes, se encarga de los ritmos de Breathe/Bleed. Los arreglos de batería con cortes en el break te meten en una atmósfera agobiante aunque el sinte no deja de guardar cierto tono de esperanza que se completa en la transición a la segunda parte del beat bastante más pausada dónde también aparece Rain rapeando -Turn the water into wine, or the music into cash man-. El otro beatmaker invitado es otro reivindicador del nombre del beatmaker en las portadas, quien acompañó a Ruste Juxxx en «V.I.C.» (2012 – Duck Down), el neoyorkino The Arcytipe, que también había trabajado con Moe Pope en proyectos anteriores. Al contrario que el ritmo de Headonic que ensambla a la perfección con el resto del disco, The Arcytipe se desmarca (aunque ligeramente) del sonido general del resto de instrumentales, aunque en ningún momento rompe el ritmo del álbum completo
El resto de responsabilidad en lo musical responde a la dirección, montaje, y producción de Rain, y hablo de dirección porque en “Let The Right Ones In”, como ya hemos comentado, hay mucha instrumentación real. Eso permite a Rain enfatizar mucho más en sus atmósferas, haciendo que Gotham suene mucho más gótica gracias a los violines de Liam Buell, que Bleed lo haga con nostalgia gracias al clarinete de Tea Light y la guitarra de Chris Klaxton (The Press Project, Tan Vampires), o que éste sea el mismo que se encarga de darle un sonido más esperanzador a Glory. Estamos ante una mezcla atemporal y universal del sonido, con gran parte de las baterías enraizadas a la época dorada del rap, una cama armónica configurada con el arte de la síntesis, e instrumentación real que aporta texturas desde las catedrales europeas a la parte baja de los puentes de Chicago.
El sentimiento más brillante o esperanzador lo pone en Hot Sauce/Hello dónde colabora Dua Boakye de Badd Rabbits, y en su versión más nostálgica en Spit Vs Ramo cuyas capas te hipnotizan progresivamente a la par que Rain las va añadiendo. Una cama perfecta para que de nuevo Dua Boakye haga un estribillo con la musicalidad que exigen los ritmos de Rain. Otro de los cortes con más luz es Dangerous, dedicado a alguna persona de las que es mejor estar lejos. En este corte de Julia Easterlin (no aparece Moe Pope) cuyo beat firma Rain en solitario encargándose de tocar la batería y el bajo, se ve algún cocketeo de Rain con el rock indie (al igual que en Lately/Goodbye que me recuerda a Phill Collins). El rock es otra de las influencias ligeramente presentes en “Let The Right Ones In”, como también demuestran algunas de las ya citadas colaboraciones, y las no citadas de Salim Akran y Santi Araujo (compañeros Dua Boakye en Bad Rabbits) en las guitarras de Last Song. Hay dos cortes que parecen reflectar el brillo de Detroit, Loud Enough dónde tampoco aparece Moe Pope y si el mc del South Bronx John Robinson, y la ya citada What You Need Pt.1 con esa programación de bombo y caja, ese ride con inconfundible influencia dillaniana marcando el ritmo, y Chris Klaxton haciendo que las notas del Rhodes vuelen encima del beat junto al saxofón Erik Klaxton. El premio al corte pistero se lo lleva Lift Off, dónde Rain de nuevo sustituye los pads por las baquetas, y Moe Pope toca la guitarra eléctrica.
La otra vertiente de Rain es la más cercana a la oscuridad de Gotham, olvidando los resquicios de luz que siempre consiguen colarse en las sombras. En los ritmos más oscuros y atmosféricos de Rain se pueden ver influencias de otros beatmakers menos alejados del sonido boom-bap, pero igualmente importantes en su microescena como pueden ser El-P o Aesop Rock tal. Puedes comprobarlo en Outsiders o Buhboom. La tensión disipada sobre batería minimalista de Pressure ya la hemos comentado, pero no hemos hablado de un tema muy en la línea en cuanto a estructura (aunque no en resultado) como es Banana Bread, con su guiño a la cultura de los 16-Bit. El beat oscuro más cercano al sonido boom-bap, quizá porque también sus baterías son tocadas, sea el track que adopta el nombre de la marca de ropa Annie Mulz, una apropiadísima escena sonora para representar los zombies del hip-hop. Por último, abandonando el brillo y la oscuridad, y haciendo una mezcla de electrónica y folk, tenemos Sunday Morning, con Rain programando la batería, Liam Buell de nuevo al violin, y Moe Pope tocando la guitarra al igual que Tea Leigh quien se encarga de tararear una melodía para descargar la tensión acumulada. Un perfecto ecuador del disco, que me obligó a resucitar varias veces “Brookland / Oaklyn” (2006 – Anticon) de Alias & Tarsier.
No hacen falta demasiadas escuchas para darse cuenta de que tras algunos años de trabajo juntos, Moe Pope y Rain ensamblan a la perfección. “Let The Right Ones In” es un disco compacto, y lo es más en cuanto las texturas, luces y sombras de Gotham te atrapan. La tendencia general del mercado, y por ende de la creación musical, cada vez se posiciona más lejos de los discos conceptuales para ronear con los singles y los cuatro o cinco temas punteros en discos y mixtapes que permitan ocupar unas semanas en las listas. Vamos, que la tendencia es destacar rápido, echar algo al bolsillo, desaparecer, crear para destacar rápido, echar algo más al bolsillo, desaparecer, y que el loop no pare. Así es la música en el 2013 (12, 11, 10…) y eso dificulta más aún el hecho de ponerte un disco completo y no pasar ninguna pista. Éste lo consigue, y por eso seguramente hará las delicias de los que aprecian el valor conceptual en los trabajos artísticos, tanto sonoros, como gráficos.
Es una pasada el formato de los libretos con el sobre-carátula.