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Especial Crates & Triggers: Will Sessions VS The Legend – ¿Puede resucitar un clásico bajo otra perspectiva sonora?

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Dos décadas del mito, dos años del regreso

Hoy miramos hacia el futuro y nos encontramos a unos pocos meses de que «Illmatic» (1994 – Columbia), la joya por antonomasia del hiphop, cumpla dos décadas. El diecinueve de Abril de 2014 no serán pocos los covers, tapes, clips en Facebook, tweets, artículos y demás historias que bombardearán nuestras redes en honor al debut de Nasir Jones, aunque en mi opinión, dudo que salvo esa sensación de querer escuchar todo menos «Illmatic», ese día, lleguemos a encontrarnos algo relevante. Todo lo contrario que si miramos hacia el pasado, hace poco más de dos años, el diez de Mayo de 2011, Elzhi y la banda de funk Will Sessions dan a luz a «Elmatic» (2011 – Jae B. Group), un remake del gran clásico creado con instrumentación en directo, lanzado en forma de mixtape, puesto a la venta en Itunes y editado en formato 2LP con una tirada limitada de dos mil copias.

En la actualidad, hablar de «Illmatic» es hablar de una obra intocable, que a nadie se le ocurra hacer cualquier mera comparación si no quiere ser objetivo de la ira de toda una horda de «fieles» a la doctrina de Nasir. «Illmatic» es una joya, un disco que cambió el juego y cuya herencia es infinita, pero la mayoria de las veces esa mitificación excesiva de una obra nos nubla el criterio y no nos deja ver mas allá de sus límites. Para mi, «Elmatic» es el claro ejemplo de esto. Antes de que se publicara ya se podian leer comentarios en las redes tachando al trabajo de oportunista e incluso se llegó a decir que Elzhi solo se hizo un nombre en el panorama gracias a «Elmatic» (S-Pain shit). Creo que el trabajo de Elzhi y Will Sessions merece mayor justicia, principalmente porque no estamos ante un simple remake, «Elmatic» no es sólo eso, es un traslado de ciudad, una visión de como hubiera sido «Illmatic» si en vez de nacer en las entrañas de la gran manzana hubiera nacido en la hoy enferma ciudad de Detroit.

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7″ & 12″

Comenzamos remontándonos a un espacio de tiempo comprendido entre mitad de 1992 y finales de 1993, espacio de tiempo en el que Nas visitaría D&D, Chunk King, Unique y Battery, estudios en los que se grabó «Illmatic». Durante el periodo de grabación, Nas trabajó junto a Large Professor, Dj Premier, Pete Rock, L.E.S, y Q-Tip en el tratamiento de los diferentes ritmos que había ido escogiendo, su estructuración, y todo el proceso general de grabación. Nas ofreció a Large Pro participar en el proyecto como productor ejecutivo ya que éste, además de ser su principal mentor, se convirtió de algún modo en el productor más involucrado durante todo el camino de «Illmatic», tanto así que años después de la salida del disco se conoció que Large ayudaba a Nas corrigiendo sus letras y dándole ideas en momentos de baja inspiración. A pesar de todo esto Extra P rechazó el cargo y toda la burocracia del disco recayó sobre Mc Serch, integrante del por entonces disuelto 3rd Bass.

Si ya de por sí el equipo de producción era todo un lujo, las herramientas que usaron no se quedan para nada atrás. Todo el disco fue grabado y mezclado sobre una mesa analógica MCI JH-636 de 28 canales, famosa por integrar un sistema de automatización de los faders controlado por voltaje (VCA) (heredado de la JH-500) y no el caro estándar de la época basado en faders motorizados (conocido comúnmente como «flying faders»), además, todo el conexionado de la mesa estaba bañado en oro, característica poco habitual en nuestros días. Los procesadores también estaban a la altura, usándose máquinas tan célebres como el compresor Urei 1176 y varios ecualizadores Neve Prism entre otros. Pero más que en las herramientas de grabación y mezcla, la clave del sonido de «Illmatic» reside en las herramientas de producción. Si habéis seguido los artículos de la sección Crates & Trigers sin duda ya sabréis a que máquinas vamos a referirnos a continuación, si no, basta con seguir leyendo para descubrirlo.

«Illmatic» es un disco que debe todo lo que es al vinilo y al sampler. No fue el primero que basó todo su sonido en estos dos elementos, pero sin duda alguna, fue la consagración del sonido de Nueva York y el que abriría las puertas de salida a numerosos LP’s de este corte hasta nuestros días. Casi todo el sonido del disco proviene de cuatro máquinas: la SP-12 de Large Pro, la SP-1200 de Pete Rock y las MPC 60 de Dj Premier y Q-Tip. Cortes de Donald Byrd, Ahmad Jamal o Kool & The Gang pasaron por estas máquinas para dar vida a ese sonido tan crudo y con olor a polvo que hoy representa a la gran manzana.

El concepto sonoro de Illmatic sienta su base en la potencia, baterías con una pegada extrema, graves rozando la distorsión y muestras en lo-fi, música cruda y directa, alejada de toda sofisticacion, NY en estado puro. Como comentábamos antes, este sonido proviene de máquinas como la SP1200 o la MPC 60, pero, ¿por qué en el mundo del beatmaking y el sonido en general se tiene en tan alta estima estas máquinas? ¿son esos doce bits el único motivo de su peculiar sonido? Obviamente no. Si bien es cierto que el recorte dinámico que suponen los doce bits da una pegada extra al sonido, existen otros aspectos como el filtro o el swing, que tienen un significado muy importante en el concepto de las mismas. Pero si hay una característica a la que se le puede atribuir gran parte de la culpa de dicho sonido, esa es sin duda el Pre-Emphasis. En los artículos anteriores dedicados a estas máquinas decidí omitir este aspecto en particular por dos motivos: primero porque a pesar de que cada máquina tiene su propio pre-emphasis, no es un dato del que haya más información real por parte de los fabricantes que alguna mención al tema en entrevistas y segundo porque al ser una particularidad común a bastantes samplers he preferido tocar el tema en un artículo más heterogéneo, en el que pudiéramos comparar el sonido de varios de ellos.

Bien pero, ¿entonces qué es el pre-emphasis?. Sin entrar en demasiados tecnicismos podemos decir que el pre-emphasis es un proceso de excitación de un determinado rango frecuencial de la señal de audio (entrante) con el que se busca compensar de algún modo las pérdidas que suponen el paso a digital. No todos los samplers excitan el mismo rango frecuencial en el proceso de conversión analógico/digital, por ello cada uno tiene su propia personalidad a la hora de tratar las muestras. De diversos análisis a la circuitería de las máquinas de E-Mu se demostró que la SP12 añade esa excitación en la franja media-grave entre los 60 y los 500 Hz mientras que el SP1200 actúa también en la franja media pero llegando también hasta zonas agudas. Ésto no sólo está presente en los samplers que trabajan con muestras de doce bits, máquinas como la MPC3000 o el Ensoniq EPS 16 gozan también de un sonido único aún trabajando con muestras digitales más grandes, pero con la evolución de la tecnología en el siglo XXI características como el pre-emphasis dejaron de ser útiles debido a que la calidad de cualquier conversor de una gama media ofrece una reproducción prácticamente idéntica de la señal original. Llegados a este punto tenemos claro que «Illmatic» es un disco muy particular tanto en aspectos de producción como técnicos, por lo que la pregunta ahora es: ¿sería posible crear una versión del mismo, manteniendo su esencia sin usar ninguna de estas máquinas?.

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Guitars, Synths & Tapes

Aproximadamente quince años después de que Nasir Jones uniera a Pete Rock, Large Pro y demás beatmakers, el trompetista y teclista de Detroit Sam Beaubien inicia un proyecto para recrear clásicos de la música rap con un enfoque más orientado al funk, el jazz fusión o el soul.

La idea era trasladar los beats más representativos del género totalmente al directo, nada de platos ni PCs, solo instrumentos. Para ello, Sam reunió a varios músicos de Detroit y alrededores para formar la banda que hoy es Will Sessions. En sus inicios, el proyecto tenia como único objetivo dar conciertos haciendo versiones, pero tras actuar en el Motor City Funk Night llamaron la atención de gran parte de la escena de Detroit. A raiz de ésto varios integrantes de la banda participaron en discos y conciertos de artistas como Black Milk, Slum Village, Guilty Simpson, Mónica Blaire o el mismo Elzhi, lo que daría lugar años más tarde a la concepción de «Elmatic».

Si echamos un ojo a su formación, vemos que la estructura de la banda es básicamente la de una de funk convencional con guitarra (Ryan Gimpert), bajo (Tim Shellabarger), bateria (Bryan Arnold), teclados (Sam Beaubien) y una pequeña sección de vientos (Matt Martinez, Tom Parks y Justin Jozwiak: trombón, trompeta y saxo respectivamente). El toque de distinción lo ponen el percusionista Erick Kacir y el propio Sam, que acompaña sus teclados con un sampler Akai MPC 1000 para lanzar muestras en vivo.

Entre los instrumentos y herramientas utilizadas por la banda encontramos la ya mítica dupla de Fender formada por la guitarra Telecaster y el bajo Jazz Bass (iconos de la música country y el rock de finales del siglo XX), sintetizadores de modelado analógico como el Korg MS2000 o el Clavia Nord Lead, un Roland Juno 106 o un órgano Hammond. A esto hay que sumarle los sets de percusión y un buen puñado de pedales de efectos con lo que consiguen un directo bastante vistoso. Aunque sin lugar a dudas lo que más me llamó la atención fue un antiguo multipista de cinta abierta Teac A-2340SX. En los años 70, marcas como Teac (propietaria de Tascam) o Fostex comenzaron a fabricar «pequeños» multipistas de cinta para grabaciones domésticas a precios accesibles, de este modo acercaban algunas de las bondades de los estudios profesionales a nuevos artistas y aficionados a la música. Pese a que la calidad de muchos de estos grabadores se degradaba conforme aumentaban sus especificaciones, algunos de los primeros modelos de marcas como la mencionada Teac, Otari o Ampex se acabaron convirtiendo en máquinas de culto por el carácter tan especial del que dotaban al sonido y hoy día son pasto de multitud de emulaciones virtuales que buscan trasladar ese carácter único de la cinta al mundo digital.

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Life After Twelve Bits

Después de conocer el arsenal con el que cuenta la banda, no es muy difícil deducir que el sonido de Will Sessions poco tiene que ver con el de beatmakers como Premo o Pete, si bien es cierto que cada corte es un mundo, también lo es la cabeza de cada beatmaker. En «Illmatic» la personalidad de los productores está muy presente, en la forma de cortar los samples, de secuenciar el bajo e incluso a la hora de colocar cada elemento en el espacio sonoro, asi que veamos como de fieles han sido los chicos de Will Sessions al tratar estos aspectos y llevarlos a su terreno.

Will Sessions VS L.E.S.

Durante la larga carrera de Nas han sido muchos los beatmakers que han puesto su música al servicio del mítico mc de Queensbridge, grandes nombres como Buckwild o Alchemist y otros con “menos renombre” como es el caso de L.E.S. Antes de entrar al trapo quiero partir una lanza en favor de este beatmaker que, para mi gusto, está totalmente underrated. Presente en cada una de las etapas de la carrera de Nas y creador de grandes himnos como Favor for a Favor, The Flyest, Glamour Life o Envy, L.E.S ha puesto la “cordura” en muchos discos de Nasir, del que huelga decir que su gusto para los beats en los últimos años es cuanto menos, discutible.

Como todos sabemos, L.E.S puso su grano en Illmatic con la producción de Life´s a Bitch, corte que cuenta con la colaboración de AZ (con el que trabajaría un año después en su LP debut «Doe or Die»). El beat se basa en un loop del track Yearning For Your Love de The Gap Band, para crear la linea de bajo, L.E.S duplica la muestra y la filtra con un pasobajo muy agresivo a la vez que refuerza los graves, el sumatorio de la señal original más la filtrada crea ese bassline tan marcado y característico del tema, aunque como es apreciable, la parte melódica del sample se ve hundida entre las frecuencias bajas. El corte acaba con un solo de trompeta de Olu Dara (padre de Nas), que si tengo que ser completamente sincero, nunca me gustó demasiado. Este ritmo es el emblema de la carrera de L.E.S, su obra más famosa y por la que será recordado, pero en mi opinión, pese a ser un gran beat, tiene historias mejores.

Pero como decíamos antes, Life´s a Bitch es un gran ritmo, y eso se nota al escuchar la versión del mismo que crearon Will Sessions para «Elmatic». Fieles hasta la médula, la banda no pasó nada por alto, el protagonismo del bajo sigue ahí, y la recreación del sample es soberbia, la recomposición del solo de Olu Dara es todo un regalo y si nos fijamos con atención, podemos comprobar como incluso han respetado los paneos de las cajas de apoyo del tema original de The Gap Band. Pero esta enfermiza fidelidad al original no quita que este renovado Life’s a Bitch suene cien por cien Will Sessions, lo cual, es una gran noticia. Y es que aspectos como la batería acústica o el riff en limpio con el que concluye el corte le sientan como un guante, siendo éste probablemente uno de los ritmos más beneficiados del sonido de la banda.

Will Sessions VS Dj Premier

De los beatmakers que pusieron música a «Illmatic», Premo era el que ya gozaba de una carrera más dilatada en el rap. Con un nombre en la escena por su trabajo como dj y beatmaker de Gang Starr, Premier llegaba a la plantilla de «Illmatic» como “cabeza del cartel” de productores. A su cargo quedaron NY State of Mind, Memory Lane y Represent. De la primera no hay mucho que decir que ya no se sepa, probablemente sea el corte más pinchado y sampleado de la historia del rap, esa muestra loopeada del Mind Rain de Joe Chamber es ya todo un clásico, así como los chopeos del Thief of Baghdad de Lee Ervin en Represent o los coros de Reuben Wilson en Memory Lane. Tres clásicos cuyo punto fuerte (en mi opinión) viene a ser el mismo, las baterías. Y es que las baterías de Premier son probablemente su mayor seña de identidad, el swing, la potencia y el sonido en general hacen que podamos llegar a identificar un beat de Premo solo por la batería. Buena parte de la culpa la tiene su sampler fetiche, el Akai MPC 60, probablemente el mejor sampler creado en cuanto a secuenciación y tratamiento de percusiones se refiere, al que Premier ha sabido sacarle todo el jugo para gestar un sonido que a día de hoy sigue representando su música.

Ya en el concepto de «Elmatic» hay que decir que el trabajo de Will Sessions con estos tres himnos ha sido fantástico comenzando por la versión de NY State of Mind (Detroit State of Mind). En cuanto a sonido es quizás la más cercana a la de Premo, me quedé realmente asombrado cuando escuché el tratamiento del piano principal, la oscuridad que transmite es llevar a otro nivel la muestra original. El pero está en la batería, demasiado oscura y sobresaturada para mi gusto, el resto de añadidos como el cambio de escala en ciertos compases y la percusión extra rompen con la monotonía del loop y le dan otro aire que le sienta muy bien. Memory Lane es uno de los pocos tracks que salvo la notoria diferencia sonora no añade ningún componente original al beat, es una recreación musicalmente exacta bajo el sello Will Sessions, si tuviera que elegir entre la original y ésta creo que me decantaría del lado de la original ya que creo que el toque lo-fi con el que suena la muestra de Premo es uno de los aspectos que le dan más personalidad al corte y eso no está muy bien plasmado en la revisión de la banda de Detroit, además de que una vez más gana mi predilección por las baterías de Premier (inigualable ese mítico drum break de Lee Dorsey).

Si en el apartado dedicado a L.E.S hablábamos de Life’s a Bitch como uno de los ritmos más beneficiados por el sonido de Will Sessions, con Represent pasa tres cuartos de lo mismo, aunque directamente me atrevo a decir que en este caso, han conseguido elevar el nivel del ritmo original a la categoría de obra maestra. Dejando a un lado la majestuosa introducción orquestal que da entrada al tema y centrándonos en el beat, hay que decir que Represent nunca había sonado mejor. El lavado de cara al sonido de la muestra de Lee Erwin y lo bien que conjunta con la batería acústica y el bajo fue una de las cosas que sin duda más me sorprendió la primera vez que escuché «Elmatic». En general, el trabajo de Will Sessions con los beats de Premier es fantástico, quizá no sean los que más añadidos originales tengan, y quizá algunos echemos de menos ciertos aspectos made in Premo, pero nada de eso quita que sea una delicia disfrutar de estos ritmos con el genial sonido de la banda.

Will Sessions VS Q-Tip

Que Q-Tip es uno de los talentos más grandes que ha dado el hiphop es algo innegable, probablemente el mejor mc/productor de todos los tiempos (con permiso del gran Lord Finesse), el nivel al que ha mantenido ambas facetas a lo largo de toda su carrera está al alcance de muy pocos. En «Illmatic», Q-Tip pone música a One Love, el particular homenaje de Nas a sus compañeros encarcelados. El ritmo parte de un loop del Smilling Billy Suite de Heath Brothers sobre el que Q secuencia unos compases de batería cortados del Come in out of the Rain de Parliament. Cabe decir que el tratamiento de la batería es de lo mejor del beat, destacando con una fuerza descomunal sobre el resto de elementos y empastándose perfectamente con la que probablemente sea la mejor línea de bajo de todo el disco. One Love es para muchos el mejor beat de «Illmatic», y aunque no es ese mi caso, si que opino que es uno de los ritmos más sólidos.

Algo parecido debían pensar los chicos de Will Sessions para sacarse de la manga la demostración de skills de la que hacen gala en su versión del beat de Q, una auténtica maravilla técnica. La ejecución del ritmo es soberbia, una vez más la fidelidad a la muestra original es enfermiza, la afinación de la batería responde perfectamente al tratamiento de la original y la linea de bajo es simplemente calcada. Pero lo mejor del One Love de «Elmatic» es sin ninguna duda, el amor que transmite, un amor que queda totalmente patente en los tres minutos que cierran el tema con una maravillosa oda a la obra original de Q-Tip. Y es que Will Sessions no es una simple banda de versiones como ya demostraron con la introducción de Represent, los minutos finales son todo un homenaje al trabajo de Q, un homenaje que a través de magníficos Hammonds, violines preciosistas y una magistral (y muy funky) línea de bajo, llevan a la obra original hasta la más absoluta excelencia musical.

Will Sessions VS Pete Rock

A estas alturas poco hay que hablar de “The Soul Brother” que no se sepa ya, padre de incontables himnos y probablemente el beatmaker más influyente de la historia del hiphop junto con Dilla. Él mismo asegura que «Illmatic» no hubiera sido lo mismo sin su presencia y la de Dj Premier pese a que su aportación musical se redujera al beat de The World Is Yours. De hecho, Premo corrobora esto contando en una entrevista como al escuchar el beat de Pete, volvió a casa para rehacer Represent y estar a la altura de su compañero en el disco.

En The World Is Yours, Pete secuencia varias notas del piano de I Love Music de Ahmad Jamal formando un hipnótico loop al que acompañan scratches con el ya mítico It’s Yours de T La Rock. El espectacular swing de la batería y el bajo ponen la guinda a toda una masterclass de como hacer un hit con poco. Y es que The World Is Yours puede ser perfectamente el ritmo más simple pero a la vez más rompedor de «Illmatic», su estructura principal la forman dos barras de loop continuo con la única variación de los scratches, dos barras que podría tener horas en repeat sin cansarme, es ahí donde reside la magia de beatmakers como Pete Rock.

Magia que sigue vigente en el corte correspondiente de «Elmatic». La estructura del ritmo es idéntica al original hasta el final, donde un genial solo de piano de Sam Beaubien sustituye a los scratches de T La Rock. Mención especial para el bajo de Tim Shellabarger y la batería de Bryan Arnold, que una vez más consigue reproducir a la perfección el swing de la original y nos regala más de una muestra de virtuosismo.

Will Sessions VS Large Professor

Cuando leo el nombre de Large Professor ojeando alguna contra o repasando algún tracklist siempre recuerdo una entrevista en la que le preguntaban por sus “escasas” producciones en discos con respecto a otros beatmakers, a lo que el respondía –es cierto, hay muchos beatmakers que tienen su nombre en casi todos los tracklists, pero créeme cuando te digo que en mi época mi casa parecía una jodida sala de reuniones, todo mc que estuviera de paso por Queens pasaba por mi casa en busca de beats, pero a mi me gusta involucrarme, la letra tiene que decirme algo, tiene que representarme, mi música funciona así. Exigencia, esa puede ser la palabra que defina la música de Extra P, una exigencia que ha quedado patente en cada una de sus producciones, entre ellas como no, las de «Illmatic». Tres son los ritmos que pone Large en el susodicho: Halftime, One Time 4 Your Mind e It Ain’t Hard To Tell, del los cuales nos centraremos solo en el primero y el tercero ya que nuestros verdaderos protagonistas decidieron no reversionar One Time 4 Your Mind.

Empezar con Halftime es empezar con el que es bajo mi opinión, el mejor beat de «Illmatic». Large creó el beat a partir de tres samples distintos, el principal es Dead End, un corte extraído de la banda sonora de la versión japonesa del musical Hair, un rarisimo vinilo del que Extra P corta la que será la linea de bajo de Halftime. La batería por su parte proviene del School Boy Crush de la Average White Band, tema del que también extrajo un arreglo vocal que lanza en diversas partes del ritmo. El último elemento son unas trompetas con las que empieza Soul Travelin Pt.I de Gary Byrd que Large chopea como arreglo en los puentes. Una de las curiosidades de este beat es que si nos fijamos, hay una parte melódica que queda muy escondida con respecto al resto de elementos, enterrada en graves. Dicha parte melódica proviene del mismo sample de Dead End que Large filtra exageradamente con un pasobajo buscando dejar solo la parte grave del espectro y por consiguiente el bassline, como el rango frecuencial y dinámico de la parte melódica es mayor al del bajo, al aplicar el filtro siguen quedando frecuencias de la parte melódica creando ese efecto de estar en la parte más honda del espacio sonoro.

It Ain’t Hard To Tell por su parte es toda una masterclass de como enlazar varias muestras formando un perfecto collage musical. En este caso son cuatro los tracks que Large exprime al máximo: Human Nature del mítico «Thriller» (1982 – Epic) de Michael Jackson, N.T de Kool & The Gang, Long Red de Mountain y Slow Dance de Stanley Clarke. El ritmo comienza con unos chopeos vocales extraidos de Human Nature y Long Red junto a cortes de trompetas de N.T hasta que un fade out deja paso al mítico arpegio de Human Nature. La estructura del beat usa como estribillo los mismo chops de vocales y trompetas de la intro en conjunción a una linea de bajo y un drum break en loop cortado de los primeros compases de Slow Dance que continúan hasta las estrofas donde vuelve a cobrar protagonismo el arpegio de Human Nature. It Ain’t Hard To Tell es personalmente el corte que menos me gusta de «Illmatic» pero hay que reconocer que es el beat con más trabajo de sampling del disco con diferencia.

En lo que respecta a las versiones de Will Sessions cabe destacar un par de cosas. En Halftime han resampleado la parte melódica trayéndola al frente del primer plano sonoro, es curioso observar como la han filtrado con esmero hasta obtener el mismo sonido que Large Professor pero dándole en este caso el protagonismo que perdía en la original en pos de la linea de bajo. En cuanto a It Ain’t Hard To Tell me ha llamado mucho la atención la increible recreación del arpegio de Human Nature, consiguiendo un sonido mucho más sólido que el del sample original así como el hecho de optar por una línea de bajo sintética, que si mis oídos no me fallan, está programada con el MS2000. Ésto último me parece un gran acierto ya que conjunta a las mil maravillas con el arpegio principal.

En términos generales las revisiones de la banda en cuanto al sonido de Large Professor se refiere siguen teniendo, al igual que en el resto de cortes, un nivel altísimo. A It Ain’t Hard To Tell le sienta fenomenal este sonido, de hecho he de decir que me gusta bastante más que la original, cosa que no ocurre con Halftime. Pese a que me parece un gran acierto la idea de darle protagonismo a la parte melódica de Dead End, creo que Halftime es uno de esos beats que gana mucho más con el sonido hipervitaminado de la SP-12 que con el sonido en vivo de Will Sessions, lo cual no quita que el trabajo de su recreación sea totalmente encomiable.

Conclusión

Como hemos podido comprobar a lo largo del artículo tanto las herramientas como las técnicas usadas para gestar ambas versiones son muy diferentes, lo cual repercute directamente en el sonido de ambas. Pese a esto, podemos afirmar con toda rotundidad que «Elmatic» suena a «Illmatic». Quizá no tenga el sonido grave y potente de los samplers de antaño, quizá su sonido no venga directamente del vinilo, pero eso es lo de menos y es lo que algunas personas no entienden. «Elmatic» es fiel al swing de las baterías de Premo, es fiel a la forma de filtrar de Large Professor y la secuenciación del bajo de Q-Tip, «Elmatic» es fiel a la forma de trabajo de los beatmakers que gestaron «Illmatic» no al sonido de sus máquinas, eso es lo verdaderamente importante, porque el sonido no deja de ser una marca de identidad y Will Sessions ya tiene la suya propia.

Nas suena en

Elzhi & Will Sesions suenan en…

1 comentario en «Especial Crates & Triggers: Will Sessions VS The Legend – ¿Puede resucitar un clásico bajo otra perspectiva sonora?»

  1. «Es un traslado de ciudad, una visión de como hubiera sido “Illmatic” si en vez de nacer en las entrañas de la gran manzana hubiera nacido en la hoy enferma ciudad de Detroit» La definición perfecta de Elmatic.

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