Granada, cinco de Diciembre, la sala Efecto Club acoge por primera vez en el sur el show de tres extraterrestres como son Miguel Grimaldo, Hardy Jay y Elsso Rodríguez. Urano Players, o Left Coast Gang no son nombres especialmente conocidos en el sur, además el frío que nos acompañó a lo largo del viernes, hizo que algunos dudáramos de la acogida del show. Pese a todo, la pequeña sala tuvo una entrada medianamente aceptable, y es que, como bien nos decían Miguel y Elsso momentos antes de que se abrieran las puertas, “hay que torear en todas las plazas”.
La Efecto Club abrió sus puertas a eso de las diez, era la primera vez que pisábamos la sala y cabe decir que la primera impresión fue bastante buena. Aunque no es una sala grande (el aforo apenas llegaría a más de 150 personas), resultaba muy acogedora. Respecto al sonido he de decir que nos sorprendió muy gratamente, no había un gran equipo de P.A ni técnico, todo pasaba por una pequeña mesa que controlaba el mismo Miguel Grimaldo desde el propio escenario, pero el resultado fue muy bueno en todo momento.
Seguramente a más de uno le chocaría ver algo así, pero después de años en la profesión y de contemplar estropicios auténticos con grandes equipos huelga decir que rentan más dos buenas manos con poco que dos manos inexpertas intentando domar miles de euros de equipo.
Round 1: Elsso Rodríguez
El Forastero abrió la veda mezclándose sobre las percusiones de Kaikoo a la vez que movía al público hacia delante y resaltaba que “tu fracaso es mi éxito”. Y aunque de primeras al público le costó conectar con lo que allí se cocía, bastaron un par de minutos para que se comenzara a venir mientras sonaban cortes como Vacío, Crápulas Caducados o Bailaba Descalza del ya clásico Baladas Heavys (2010-Left Coast Gang) daban paso a los ritmos de Zar1 en Feelmatic (2014-Left Coast/Urano Players). Elsso dejó claro que “la mierda hay que escupirla si no te destroza” mientras el beat de Memorias daba el pistoletazo de salida.
Pese a la ausencia física, los amigos estuvieron presentes durante todo el bolo. El mayor reflejo de ello se vivió cuando Hardy lanzó los cortes del You’re Everything de Diana y Marvin que dan vida al ritmo de Zar1 en 30 Palos, donde Elsso y Grimaldo homenajearon a Amarillo Slim soltándose su trozo a dúo de manera totalmente improvisada. Descreídos y Javi Clemente dieron paso al ecuador del show en el que Elsso escupió unos versos inéditos a capella antes de que el bolo continuara con Three Borricos.
La música de Kaikoo volvió a escena con Volver, uno de los temas clave del artista vasco que junto a los soberbios scratches de Hardy Jay, consiguió arrancar uno de los muchos aplausos que se oyeron durante la noche. La recta final del show de Elsso llegó con Jodido sí, pero vivo y Nada que ver, cortes que cerraban un concierto muy sólido tanto por parte de Elsso como de Hardy, aunque este último aún tenía mucho que decir.
Round 2: Miguel Grimaldo
Con el reloj marcando las once de la noche Grimaldo daba un paso al frente mientras se colgaba su inseparable Keytar/mando de la Play Station al que le había apañado una peculiar bandolera hecha a base de cables de red RJ11.
El directo de este integrante de Urano Players siempre se ha caracterizado, además de por su alto nivel de “cacharreo”, por una gran interacción entre el dj y él mismo. Ya pudimos comprobarlo en los conciertos de presentación de su disco El Gato de Schrodinger (2012-Urano Players), en los que lo veíamos acompañado de un Luke Korea rodeado de controladores y sintes. En esta nueva gira junto a Elsso y Hardy Jay la historia no ha cambiado mucho, y es que pese a que Hardy solo va acompañado de sus platos y su Rane, Grimaldo fue completamente fiel a esa faceta colaborativa suya.
Entrados ya en faena, el show comenzó con las notas de bajo de la Intro homónima al disco saliendo directamente desde las entrañas de su también inseparable Shruthi-1 a la vez que liberaba las potentísimas percusiones de su Machinedrum. El resto de la instrumental se repartía entre los platos de un activo Hardy y una serie de secuencias que Grimaldo disparaba desde lo que parecía un Korg Nanopad controlando un sintetizador Waldorf Blofeld.
Con la presentación finiquitada las baterías de Pussy Rain entraban en escena a la vez que Grimaldo agarraba el micro para decirnos que “la vida no prospera dando vueltas a las tuercas”. Tras autoproclamarse Jesucristo, llegaba el turno de soltar cortes de su último trabajo Foxiees (2014-Urano Players) junto al también habitante de Urano AkaQvmore. Acquabacana y Romeo Must Die retumbaron en la sala junto a sendos recuerdos para el sevillano S.Curro y el antes mencionado AkaQvmore.
Una vez más, el Gato de Schrodinger volvía a hacer acto de presencia acompañado de unas Luciérnagas que sonaban mejor que nunca bajo un ritmo inédito que hizo vibrar el escenario mientras Miguel soltaba enérgicamente una barra tras otra. Llegados a la mitad del concierto, Grimaldo sacó a relucir su flamante melódica para gestar un soberbio ritmo a medias con un Hardy especialmente inspirado que rascaba y añadía efectos sobre los acordes del productor y mc vallisoletano.
Mientras algunos desde el público pedían a Miguel y Hardy que no pararan de cacharrear, el beat de Mis Cenizas comenzaba a envolver el ambiente de la Efecto Club sucedido por los poderosos claps de Adicción. Tras el repaso a El Gato de Schrodinger, Foxiees, y un breve pogo de Grimaldo con el público, también hubo tiempo para que Elsso volviera al ruedo acompañando a Miguel en Old Borricos y 1000 Battles, para mostrarnos un inédito junto a Etre Supreme producido de forma magistral por el barcelonés Jay Smooth y para viajar en el tiempo hasta aquel Voyager Rock’s (2009-Urano Players) recordando S.F.S.R.
El telón se cerró con los que son, probablemente, los dos temas estrella del plantel de Miguel Grimaldo. Cabalga y Digital rugieron con más fuerza que nunca y a través de un público acabó volcado con unos Three Borricos que brindaron un show repleto de fuerza, trabajo y ganas pese a los altibajos enérgicos del público durante todo el concierto. Sin embargo, aunque el repertorio fue bastante variado la noche concluyó con un público con ganas de más borricos.
Texto: Stryfe y Victoria Gee // Fotografía: Victoria Gee