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Artifacts – Between a Rock and a Hard Place
(1994 – Big Beat)
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¿Eres fan de los discos de principios de los 90 de Redman, Das Efx, Busta Rhymes, L.O.T.U.G. y demás mc’s de la East Coast? En tal caso seguro que has escuchado el primer LP de Artifacts. Si no es así, venga, tienes lo que tardes en leer esta pequeña review para empezar a solucionarlo.
“Between a Rock and a Hard Place” es el debut de Artifacts, el dúo de New Jersey formado por El da Sensei y Tame One, dos mc’s que sin haber supuesto la máxima innovación en esto de rapear, están dotados de grandes skills en el micro y se complementan como piezas de un perfecto engranaje.
Este es un disco al puro estilo east coast del ’94, de esos que se convierte en delicia para todo amante, sea amateur o iniciado, del sonido clásico del este de los ’90. Es puro hip hop lifestyle, son las calles de Newark bombardeadas. Son ritmos gordos acompañados de blunts en una cochera de metro. Esto último se debe a que, además de mc’s, El y Tame también eran escritores, sus letras reflejan la consciencia de dos tipos metidos de lleno en el movimiento, aludiendo asiduamente, además de al graffiti, a todos los elementos de la cultura:
‘Breakin’ was my thing, I used to spin the back, I never thought I’d spin the wax with tracks to make your hands clap’
La producción del disco corre a cargo de T-Ray y Buckwild, dos nombres (especialmente el segundo) que son en demasiadas ocasiones olvidados por algunos que se llenan la boca hablando de tops de beatmakers de los ’90. Ambos nos pasean por el mundillo a través de sus ritmos, bajos potentes y bombos rompecuellos, creando desde atmósferas lúgubres como si nos hubiéramos armado con latas en la noche, hasta bailables beats, enfundando nuestros pies en las zapas nuevas de un breaker preparado para lucirse en un corro.
Quizás todo esto puede sonar a lo típico de muchos trabajos de la época, pero hay que reconocer a los componentes de Artifacts sus grandes habilidades y su manejo del wordplay. El único pero que se les puede adjudicar, es la dificultad que en ocasiones su pobre pronunciación en ciertos temas, provoca al entendimiento. Aunque, a título personal, siento más debilidad por El Da Sensei, quizá en este disco se puede observar una superior destreza de Tame One, aunque curiosamente, años después, El sería quien comenzaría una carrera en solitario mucho más ambiciosa que Tame, brindándonos grandes discos como “The Unusual” o “Nu World” con The Returners.
Entrando al lío, el disco abre con ‘Drama‘, una intro soberbia que anuncia el tono lúgubre del álbum. Le siguen dos de los más conocidos del disco ‘C’mon wit da Git Down‘ donde los dos mc’s nos dejan apreciar sus grandes habilidades en la creación de estrofas y su flow a lo Das Efx y, tras el sonido de unas latas ‘Wrong Side of da Tracks‘ una oda al graffiti sobre una fantástica instrumental jazzy:
‘I’m out to bomb like Vietnam under the same name Tame One’
Le siguen dos tracks sólo actos para headbangers, por un lado ‘Heavy Amunition‘, entrando a ritmo de EPMD ‘Heavy ammunition, so I don’t have to dip, so...’ y por el otro, el grito de guerra de los de Brick City ‘Attack, of what?” Attack of New Jeruzalum‘. (Aclarar que Brick City es un nombre por el que también se conoce a New Jersey, de hecho Brick City Kids es otro de los alias con los que se conoce a este dúo y, por lo que respecta a New Jeruzalum, es el nombre con el que rebautizaron los fivepercenters a la ciudad.
La voz de Redman en el remix de su ‘Tonight’s da nite’, da paso al estribillo y nombre del siguiente tema ‘Notty Headed Nigguz‘ mucho más tranquilo que los anteriores.
Darle play a este disco es disfrutar de temazo tras temazo y así llega otro, acompañado de ruidos de sirenas hipnóticas: ‘Whayback‘, una mirada nostálgica a los ’80s, homenajeando al final del tema a grandes de la época, sampleando el ‘You gots to chill’ de EPMD o el ‘South Bronx’ de Boogie Down Production, entre otros.
No puedo descartar ninguno… ‘Flexi wit da Tech(nique)‘, el flow como arma. ‘Cummin’ Thru Ya Fuckin’ Block‘, el track más funk, acompañados por su vecino Redman. El relax fumándose ‘Lower da Boom‘. ‘What goes on,’ donde intentan, (sin salir muy airosos) justificar el habitual uso de la palabra bitch. ‘Dynamite Soul‘, un clásico banger del cual más tarde editarían un maxi y ‘Whassup Now Muthafucka?‘ una más tranquila para terminar.
Algunas ediciones contienen como último track un remix de Buckwild de ‘C’mon Wit Da Git Down‘ que hace el tema más grande aún con la colaboración de Busta Rhymes. Remix que también se puede encontrar en el maxi del tema.
No puedo terminar sin comentar que este disco en vinilo es de los pocos que viene con sorpresita: una hoja con el tracklist, los agradecimientos y un par de fotos, una de ellas la mítica de un wholecar de Artifacts, aunque sea en blanco y negro, a los enfermos nos saca una sonrisa.
En mi opinión el mayor pecado de «Between a Rock and a Hard Place» fue haber nacido en 1994, un año en el que infinidad de discos impresionantes quedaron a la sombra de otros aún más enormes que ya forman parte de los clásicos básicos de la corta historia del rap: «Illmatic», «Ready to Die», «Hard to Earn»… no hace falta que diga nada más.
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Amo tu amor lady r
en noviembre lo vuelven a reeditar en vinilo e incluye un 7″…….. 😀
menudo tochazo,ir mas al grano,menos texto y mas temas del grupo en cuestion
Genial la review me acuerdo cuando escuché por primera vez este disco que me flipo el track Attack of new Jeruzelum y el tercer cacho que era el que más me flipaba lo rapeaba un tal Jay Burnz. He estado buscando algo sobre el de esa época pero creo que no tiene lp. La polla Brick City en aquella época. Buen artículo . Paz
SFDK – 3 Hombres Y Un Destino (con Tote King)
«Que quieres hijo de puta, hoy sólo me gustan Artifacts»