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Name Droppin #3: L’État Assassine, el caso Malik Oussekine.

Malik Oussekine name___

‘L’Etat assassine, un exemple Malik Oussekine, bing bang, la police est comme un gang’

‘Car l’Etat assassine Makomé en a été victime, bing bang, la police est comme un gang’

‘L’Etat assassine, à deux doigts Rodney King, bing bang, paix à toutes les victimes!’

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Así reza el estribillo de ‘L’Etat Assasine’, tema de Assassin que se incluyó en la banda sonora de la película «La Haine (El odio)» (1995 – Mathieu Kassovitz). En el tema, como ya os hemos comentado alguna vez por aquí, denuncian las injusticias cometidas históricamente en la República Francesa, haciendo especial hincapié en las cometidas por la policía y con esta dedicación especial en el estribillo para tres de sus víctimas. La historia de Rodney King ya la conocemos pero ¿quiénes son Makomé y Malik Oussekine?

Makomé y Malik eran dos jóvenes que murieron asesinados por la policía francesa, dos víctimas de las barbaries policiales que, una y otra vez, los mc’s franceses han estado denunciando a lo largo de la historia. Dos muertes que marcaron para siempre la memoria de la población francesa. Detrás de cada una de ellas, una historia distinta. Dos historias de violencia diferentes pero con un mismo final, el peor. Próximamente hablaremos de Makomé, pero hoy nos centraremos únicamente en el caso de Malik Oussekine.

Antes de empezar a hablar del suceso, me gustaría abrir un paréntesis para aclarar que he elegido esta frase de Assassin por ser más efectiva al pertenecer al estribillo del tema, pero podría haber iniciado este Name Droppin’ desde otra frase incluída en una de las estrofas, O incluso desde una de las frases del tema ‘Hardcore’ de Ideal J:

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‘Personne d’entre nous ne veut finir comme Malik Oussekine (Ninguno queremos terminar como Malik Oussekine)’

‘Hardcore, fut le décès de Malik Oussekine (Hardcore fue la muerte de Malik Oussekine)’

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El 6 de diciembre de 1986, Malik Oussekine, que por aquel entonces tenía tan sólo 22 años, murió a causa de una brutal paliza que le propinaron dos policías en el transcurso de una manifestación estudiantil contra la reforma universitaria conocida como la “Ley Dévaquet”.  Antes de entrar en detalles sobre lo sucedido, lo mejor es contextuar la historia.

En 1986, después de cinco años de gobierno de la izquierda en Francia, la derecha vuelve al poder de la mano de Jacques Chirac y con él un gran número de reformas que perjudicaban a muchos de los sectores más desfavorecidos de la población. La educación, como podéis imaginar, no fue una excepción, especialmente en lo relativo a la enseñanza superior.

La intención de Chirac era liberalizar la universidad y eso pasaba por derogar la ley en vigencia que regulaba la organización de las universidades, la ley Savary y, en su lugar, aprobar una ley que diera más autonomía a las universidades tanto en la entrada como en la salida. El resultado fue la propuesta de ley conocida como la Ley Dévaquet que una vez presentada hizo saltar las alarmas en todos los sindicatos de estudiantes que rápidamente unieron esfuerzos para hacer un llamamiento a toda la comunidad estudiantil, concienciando e informándola para salir a la calle a protestar en su contra.

Este proyecto de ley fue fuertemente rechazado por considerarse discriminatorio para un cierto sector de la sociedad de bajo poder adquisitivo. La ley concedía a cada universidad la potestad para fijar libremente sus costes de inscripción así como sus métodos de formación y el tipo de diploma que entregarían a la salida.

Malik Oussekine manifestation

En cambio, los estudiantes creían y defendían que los costes universitarios debían ser fijados a nivel nacional como hasta entonces. Permitir fijar a su libre albedrío los costes de inscripción haría que ciertas universidades elitistas fijaran unas cantidades imposibles de pagar para todo aquel que no tuviera un nivel económico alto, cerrando puertas a gran parte de la población. Además era inconcebible que después de estudiar una carrera, tu título valiera mucho más o mucho menos según en qué universidad hubieras estudiado. La combinación de ambas cerraría el acceso al mercado laboral a profesionales muy cualificados sólo por el hecho de no pertenecer a una familia bien acomodada. Una ley que dividiría las universidades en dos tipos, las prestigiosas con alumnos de bien y las universidades “de segunda” con estudiantes que serían infravalorados. Discriminación pura y dura.

Desde que se conoció el contenido del proyecto de Ley de Dévaquet, los estudiantes empezaron a movilizarse y varias manifestaciones fueron convocadas con un éxito rotundo, tanto que el movimiento fue comparado con el de mayo del 68. En la primera manifestación se podían contar 200.000 personas, número que fue aumentando hasta casi el millón de personas (según los organizadores, mucho menos según las cifras del gobierno) en la manifestación que tuvo lugar el día 6 de diciembre de 1986, día marcado tristemente en el calendario por la muerte de Malik Oussekine.

En ese día, tras la manifestación y llegada la noche, algunos estudiantes decidieron ocupar La Sorbonne, que estaba siendo evacuada con cierta calma hasta que un pequeño número de personas decidieron montar una barricada. Fue entonces cuando el ministro encargado de la seguridad, decidió enviar al lugar un equipo de voltigeurs. (Los voltigeurs son dos policías que se mueven en moto, uno conduce, y el otro, armado con una porra, se dedica a despejar las calles apaleando gente.)

En ese espacio de tiempo en el que los voltigeurs campaban a sus anchas por los alrededores de La Sorbonne, Malik Oussekine, salía de un club de jazz con la intención de volver a casa y según parece ser, ajeno a la manifestación. Los voltigeurs le vieron y fueron directos hacia él, Malik, consciente de la forma de actuar de estos bárbaros, echó a correr para huir lo más rápido posible mientras le perseguían. En su huída se cruzó con un hombre que entraba al portal de su casa que, al ver la escena, dejó pasar a Malik pero los voltigeurs también consiguieron entrar abalanzándose sobre él y propinándole una brutal paliza. El hombre presenció toda la escena y tras decir que no tuvo tiempo ni supo reaccionar, explicaba:

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‘Los dos tipos entraron al hall y se precipitaron sobre el chaval refugiado pegándole con una violencia increíble. El estaba en el suelo y ellos continuaban dándole golpes con la porra, en los pies, en el vientre, en la espalda… La víctima sólo gritaba “yo no he hecho nada, no he hecho nada’

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El SAMU llegó rápidamente transportándole con vida al hospital donde no pudieron evitar su muerte. El parte médico decía que murió como consecuencia de la paliza, pero también por una insuficiencia renal que padecía.

Por si esto no fuera fuerte, desde el gobierno nadie condenó la acción y aún peor, se hicieron declaraciones tan inhumanas como las de Robert Pandraud, el ministro que envió al lugar a los voltigeurs: “Si yo tuviera un hijo con ese problema renal, impediría que fuera haciendo el loco por la noche.”

Pocos días después, se organizó una manifestación en París en memoria de Malik Oussekine y de otro joven que también fue víctima de la policía esa noche, en circunstancias completamente distintas. La manifestación reunió 600.000 personas. Es significativa la pancarta que luce a la espalda el chico de la foto: «Universidades: 1 muerto, la selección ha comenzado.»

Alain Dévaquet, el responsable del proyecto de ley, dimitió dos días después de los hechos. La ley fue retirada y el batallón de voltigeurs disuelto. Los dos policías, contra los que no se tomaron medidas realmente contundentes desde el gobierno, fueron finalmente juzgados en 1990 por homicidio involuntario y condenados a dos y cinco (ridículos) años de cárcel con derecho a libertad condicional.

En 2006, por el 20 aniversario de la muerte de Malik Oussekine, y gracias a la propuesta de uno de los líderes del movimiento de 1986, una placa conmemorativa es puesta sobre la acera en el portal donde murió el joven. La placa fue muy criticada por no especificar quién había causado la muerte de Malik:

‘En memoria de Malik Oussekine, estudiante de 22 años, golpeado hasta la muerte durante la manifestación del 6 de diciembre de 1986’

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SÍ, GOLPEADO HASTA LA MUERTE, ¿PERO POR QUIÉN?

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Así, mártir del movimiento estudiantil, Malik Oussekine se convirtió en símbolo de la violencia policial pero sobre todo, en un símbolo de esperanza, recordándonos que en la victoria de las grandes luchas siempre hay un precio injusto que pagar.

NOTA: Para terminar me gustaría compartir unas palabras de Isabelle Thomas (política francesa):

‘Jacques Chirac, en 1988 nos acordaremos de la represión, de la violencia, de la muerte de Malik Oussekine y del proyecto de sociedad que quisiste imponer, el de la selección, el del rechazo, el que impide a los jóvenes de este país acceder a una formación, estudiar y tener un empleo, de poder integrarse social y económicamente en este país. Jacques Chirac, en 1988 nos acordaremos’

En 1988,  Jacques Chirac perdería las elecciones presidenciales.

Texto por Lady R

1 comentario en «Name Droppin #3: L’État Assassine, el caso Malik Oussekine.»

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