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Conway, G.O.A.T.

El pasado 21 de Diciembre, adelantándose a la fecha prevista, salió a la calle «G.O.A.T.» (Grimiest Of All Time) de Conway The Machine. El álbum debut de La Máquina es probablemente el trabajo más esperado de la gang Griselda Records / Fresh Rebels (GRxFR) desde la publicación de «FLYGOD» de WestSide Gunn, el hombre con el master plan de la marca GRxFR. No es para menos el hype, teniendo en cuenta que «G.O.A.T.» ha sido la guinda a un año redondo para el sello de Buffalo.

Westside Gunn & Sly Green in Don Diva Magazine

WestSide Gunn & Sly Green en Don Diva Magazine

En 2017, Griselda continuó con sus exitoso sistema de venta para coleccionistas; movió en el momento adecuado el nombre del resto del rooster con «Butcher on Steroids» de BENNY y el trabajo homónimo de ElCamino (aunque ambos ya habían publicado varias referencias); lideró su primera gira como cabezas de cartel bajo el nombre Griselda On Steroids Tour; fichó Shady Records; y podríamos sumar infinidad de pequeños detalles que no hacen más que perfilar la imaginería Griselda Records, como la aparición de una foto de Gunn junto a Sly Green (gángster de Buffalo fundador de la banda The LA Boys) con su indumentaria de presos en la revista Don Diva Magazine

Pero más allá de comenzar a recoger frutos en la industria y el branding, en una escena en la que para muchos el espíritu del hip-hop sólo se sustenta en los discursos afrocentristas de Kendrick, o la resurrección de A Tribe Called Quest, Griselda muestra intenciones de buscar otras perspectivas. Buen ejemplo de ello es el programa social Flygod For Families, en el que repartieron comida a las familias pobres de Buffalo. Aquellas que son el eco de su generación. El rollo no sólo va de conseguir que tus vinilos y sudaderas se revaloricen ni de contar con el respaldo de una major.

‘Siempre supe que íbamos a estar aquí, pero nunca pasaría si no golpeábamos duro y parábamos de estar liándola por ahí. Dejar de ser inmaduro, conseguir subir el nivel, conseguir ser nuestros jefes. Y es lo que hicimos. Pero no lo hice al principio, lo hice porque me dispararon’.

· Conway

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Cover of Grimey of All Times, last album of Conway (Griselda Records)

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Conway – G.O.A.T. (Grimiest of All Time)

(2017 – Griselda Records)

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Para muchos puede ser un título un tanto pretencioso, máxime en un disco que cuenta con la presencia de pilares básicos del mafioso rap como el difunto Prodigy y Raekwon, pero algo tienes que tener si El Chef te pasa la antorcha delante del público de Nueva York.

Ego aparte, detrás de la autoconsideración de ‘El más sucio de todos los tiempos’ se esconde una historia que avala la agobiante y tétrica atmósfera que, para algunos, consolida el discurso de Conway tras unos años de constante trabajo en el que nos ha dejado alrededor de una decena de referencias entre mixtapes, EP’s y maxis.

Daringer, beatmaker insignia de la identidad musical de Griselda, es el encargado de producir prácticamente todo el trabajo, exceptuando la aportación de The Alchemist en Trump. Fuera quedan algunos nombres que Conway fue soltando en entrevistas, como Statik Selektah (en cuyo último trabajdo se ha colado junto a su hermano en No. 8) y 9th Wonder, pero Daringer se sobra para dibujar el telón sonoro perfecto para la crudeza de Conway.

Obviamente criado en la escuela del sampling, por tener acceso desde pequeño a la colección de su padre que era músico de jazz, Daringer recurre continuamente a muestras de notas largas tratadas en su MPC a las que añade pequeños detalles y texturas. La mejor muestra de ello es el drumless beat cargado de disidencias que abre el disco, y que parece no romper nunca la tensión permanente que genera criarse en un sitio en el que el crujir de costillas da paso a los cordones policiales.

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CRIADO EN BUFFALO = CRIADO EN LA CÁRCEL

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¿Recuerdas algún rapero de Buffalo? ¿Y algún músico en general? Los, infinitamente sampleados Groover Washington Jr y Lonnie Liston Smith, y posteriormente Rick James con más repercusión mediática, abanderaron el nombre de Buffalo en la industria musical. Pero pocos músicos han salido de una de las ciudades con mayor índice de criminalidad de EEUU.

Si prácticamente nada que no se asocie a la delincuencia es un negocio para la gente de a pie de Buffalo, mucho menos lo iba a ser la música. Había cyphers y clubs en el que demostrar tus skills, en ellos se conocieron Daringer y Gunn por 2005, pero no había A&R’s que buscaran diamantes entre el silbar de las balas. A eso hay que sumar, o más bien restar, que según dicen en varias entrevistas Conway y Gunn, el apoyo mediático era inexistente por parte de las radios o publicaciones locales. Una herramienta que en muchos casos ha sido buen punto de apoyo para que las semillas de una escena local puedan esparcirse y enraizar.

Sin siembra, lo más probable es que el camino que sigan todos los rappers de una ciudad con alto índice de criminalidad, sea la carcel. Un tema recurrente en la totalidad de «G.O.A.T.» al igual que en trabajos anteriores y en el discurso de Griselda. En este álbum encontramos desde las referencias a amigos encarcelados con 17 que volverán a casa con 45, hasta tiritos a aquellos que presumen de haber estado dentro cuando no pasaron ni un mes, pasando por los gimnasios o la comunicación por mail. Situaciones habituales para quién, como Conway, piso la cárcel con 23 años.

En su caso, la música como trabajo y como negocio no fue una opción hasta que salió del talego. Ahí empezó a plantearse el rap game como una alternativa al tráfico de drogas y la delincuencia, pero trazar la línea que separa la calle y la música no es fácil para la mayoría de expresidiarios. No obstante, desde que sale de la cárcel en 2005 empieza a nivelar esa balanza, hasta que en 2012, año en que la revista Forbes considera Buffalo como una de las diez ciudades más peligrosas de Estados Unidos, Conway recibe dos disparos en la nuca.

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MIND CHANGE

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No pertenece a «G.O.A.T.», pero en The Cow puedes escuchar al mismo Conway sumergirte en el momento en que recibió dichos disparos, y así comprender los pilares básicos de un drama que, como bien reza Cormega en los scratches del estribillo de Mandatory, forma parte de él. El instante en que la oscuridad y la luz son uno. Conway repasa constantemente ese momento en el que estuvo a punto de perder la vida, que fue el mismo en que otros disparos, con peor suerte, acabaron con la vida de su amigo Machine Gun Black

Las primeras noticias que recibe del médico es que quedará paralizado de cuello para abajo. Tres años después los agujeros de esos disparos quedan registrados para siempre en la portada de «Reject 2». Su edición en vinilo, publicada por el partner in crime de Griselda en la distribución de sus trabajos fuera de EEUU, Daupe!, ronda ya los 500$.

‘Esa mierda fue frustrante y depresiva. Lloré mucho. Pero, sabes, no se cómo… Dios, man. Es en lo único que puedo pensar. Por alguna razón, estaba bendecido y pude escapar de esa silla de ruedas. Y ahora estoy aquí.

No quise vender droga nunca más, ni estar en las calles. Sólo me encerre conmigo mismo en el estudio de Daringer y estuve seguro de que iba a aportar mi grano de arena para conseguir que estemos aquí a día de hoy’.

· Conway

Finalmente, de aquel incidente sólo quedó una cara parcialmente paralizada y una mente con la voluntad suficiente para cambiar su vida: ‘I get it, my face is twisted / But considerin my facial image, what nigga spit it the way I spit it?. Conway se encierra en el estudio con Daringer y trabaja esa narrativa oscura en la que tienes que invertir todas las referencias para buscar algo positivo. Así se convierte en uno de los liricistas crudos de referencia en los últimos años, y consigue que sus grabaciones lleguen a despertar el interés de Prodigy.

Su encuentro se produce de la mano de Tek de Smiff-N-Wessun en un concierto que éstos daban con Mobb Deep en las Cataratas del Niagara. De aquella charla fumando en la puerta de la sala nació ese breve EP que publicaron juntos a finales de 2016 titulado «Hell Still on Earth», parafraseando el clásico de Mobb Deep cuyo lanzamiento cumplirá 22 años en este 2018. De dicho EP, rescata Rodney Little para que la semilla e influencia del difunto P quede sellada para siempre en dos barras que podrían representar en cierta parte la mentalidad de Conway: ‘Niggas tried to stop me for 17 summers / But I been on these nigga’s necks for 23 summers’.

Para entrar en la oscuridad de Conway, son imprescindibles las atmósferas pesadas que Daringer construye claramente influenciado por clásicos productores del palo como RZA, Havoc, o The Alchemist, pero también por referentes actuales como Apollo Brown, Roc Marciano o KA. Algunos beats podrían pasarse de monótonos como el de Th3rd F, pero el disco rescata algunos códigos del sampling del Nueva York gris que Conway pretende rescatar, como los vibratos y las muestras extendidas, el boom-bap pesado de algunas baterías, y los ya casi difuntos scratches.

El estrés sonoro descansa en texturas más habituales de las calles neoryorkinas del nuevo milenio, como Mandatory y Bullet Klub, y especialmente en la dólida carta a la traición Bishop Shoot Steel. Con este beat Daringer pone el contrapunto a la linealidad del disco, dibujando un paisaje sonoro que evoca la naturaleza, la meditación, y la disciplina oriental, para que Conway parezca sentenciar a muerte con una calma y elegancia dignas de Vito Corleone.

Si quieres tipos duros a la vieja usanza, es bastante probable que «G.O.A.T.» haga tus delicias. El discurso musical y lírico de Griselda, sin inventar nada especialmente nuevo, comienza a ser bastante compacto, consiguiendo albergar cierto valor también en su fondo y no sólo en las formas. Si te lo perdiste, te dejamos este inédito con Meyhem Lauren que vio la luz en formato videoclip el pasado verano, anticipando lo que sería «G.O.A.T.».

Texto por Dasar

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